❤️4❤️

48 0 0
                                    

No hace falta que de detalles sobre las tres primeras horas de clase, porque se me pasaron terriblemente lentas. Tan horribles fueron que cuando sonó el timbre del recreo, salí más rápido que una estrella fugaz.

Me dirigía hacia el lugar en el que quedé con Kevin, pero recordé lo que me hizo ayer, dejarme votada, así que para no llegar tan puntual, fui al baño. Me miré al espejo y pensé "¡Qué horror!" permanecí un rato observando mi rostro, bueno no voy a quedarme aquí todo el día mirando mi careto. Salí del baño y fui en busca del chico que ocupaba mis pensamientos, el cual me sorprendió al verlo esperando, pensaba que me dejaría tirada otra vez. Quería mantener mi cara de pocos amigos, pero me era imposible, su presencia me hacía feliz y eso que no le conozco

-¡Hola! - le dije
-¡Hola! - me sonrió y nos dimos dos besos en las mejillas. Nos atrapó un profundo silencio durante un momento, el cual parecía eterno pero a la vez, maravilloso. Pareciese como si no necesitásemos de palabras para comunicarnos, como si con la mirada, nos dijésemos todo.
De vez en cuando manteníamos alguna que otra conversación, pero no duraban mucho ya que daba la impresión de que ambos prefiriésemos mirarnos por toda la eternidad, pero recordé algo...

- Tienes novia ¿verdad? - le dije en tono serio, intente no parecer decepcionada por el echo de estuviera con alguien, pero creo que se me notó demasiado

- Uffff (suspira), si, pero no estamos muy bien, ella es demasiado celosa

- ¿Le has dado razones?

- No

- Pues ella no debería ser tan celosa, y tu te mereces algo mejor que una chica así - nada más decir esas palabras, Kevin me miró de una forma, puff no se como explicarlo, era una mezcla, ya que con su mirada corroboraba lo que había dicho, pero a la vez me miraba con anhelo, era extraño, me dejó desconcertada.

*RIIIIIIIIIIIIIIIING*

- ¡WOW! se me ha pasado el recreo volando - dijo Kevin

- Pues si, menuda mierda - nos reímos a la vez, lo cual provocó que por un segundo se me parase el corazón y un millón de mariposas volaran en mi barriga, fue una sensación tan agradable, el reír a la vez que él. Pero lo bueno había terminado era hora volver a clase.


Las siguientes dos semanas pasaron igual, con la misma rutina, Kevin y yo nos veíamos en los recreos, que éstos se nos pasaban tan rápido como el parpadear. Ya comenzábamos a intimar, nos contamos nuestros respectivos pasados los cuales los dos coincidíamos en que fueron complicados, aunque no del mismo modo.
La gente empezaba a preguntarme si él era mi novio, incluyendo los profesores, todos no paraban de decir que hacíamos una pareja muy bonita, aunque esta fantasía tiene un pero, su novia
- ¿cómo te va con Anne?
- Pues bien, ya hablamos las cosas
- Ahh... - el silencio que hubo a continuación hizo que se notara aún más mi desagrado. No quiero parecer abusadora, pero... Sinceramente me gustaría que dejasen de estar juntos. Porque cada día y cada segundo que paso con él, hacen que me enamore más, pero me da miedo de solo ser su juguete de distracción, no creo que sea así, pero tengo ese temor.

Miradas con mucha Química Donde viven las historias. Descúbrelo ahora