Lo nuestro... ¿Fue un error?

02. Infiltración Exitosa

Narra Ezan

Vajé del auto junto a mi y como era rutina los empleados se formaron para recibirnos a la entrada de nuestro hotel.

Portero: Buenas noches jóvenes Goldschmindt, espero que hayan viajado cómodos.

Ezan: Gracias, y sí, así fue

P: Me alegro, los están esperando adentro señor.

E: De acuerdo, ¿vamos Liza? -dije mientras volteaba a ver a mi hermana.

Liza: Claro hermano, ya voy.

Entramos al gran hotel y comenzamos a recibir las felicitaciones de los presentes por el aniversario número 40 de nuestro hotel; estoy seguro que a nuestro padre le hubiese gustado estar presente pero desafortunadamente ya no está con nosotros. Hace 6 años murió por un infarto durante uno de sus viajes de negocio y como hijo mayor tuve que tomar las riendas del hotel pese a la oposición de algunos miembros de la Junta directiva que piensas que no soy apto para el puesto por ser tan joven pero se equivocan, además tengo a mi hermana menor como administradora del hotel y mano derecha mía. Ella es la única persona en la que puedo confiar.

Rayan: Que bueno que llegan, la fiesta está por comenzar y no estaría bien que el... dueño llegase tarde.

L: Puedes estar tranquilo, puede que mi hermano sea un tonto, terco y distraído pero justo para eso me tiene a mí así que como ya dije, puedes estar tranquilo.

E: Liza, no era necesario que dijeses todas esas tonterías. -di un largo suspiro- Bueno, ya hemos perdido mucho tiempo. Entramos ya.

Pese a no ser el único hotel que poseíamos, era el primero y el más exitoso de todos; con sus diez pisos de altura y con un estilo, que pese a ser antiguo en comparación con los demás, seguía sin perder su elegancia.

Luego de saludar a algunas personas importantes, colegas y amigos que asistieron al evento; mi hermana y yo tomamos asiento en la mesa más grande al centro del salón como era la costumbre y con nosotros estaba Rayan y algunos miembros de la Junta Directiva. Sólo debíamos esperar que llegaran algunos invitados más y podríamos dar inicio a la celebración.

Narra Alexander

Estaba intrigado por aquel chico que de seguro era el dueño del lugar además de estar buenazo pero por ahora lo primero en mi lista era encontrar la forma de entrar y entonces fue que el mundo me ayudó (como siempre suele pasarme) y de una hermosa limusina negra bajó un tipo de unos cuarenta y tantos años con una chica que parecía ser una ventiañera super ebria que parecía estar a punto de hacer un papelón del cual ese sujeto no podría librarse. ¡Punto a mi favor!