Lo nuestro... ¿Fue un error?

03. Vaya Fiesta

Me puse de pie para seguir a mi acompañante a la mesa del dueño de este lugar y me pareció que todos en aquella mesa me examinaba a fondo con las miradas, me sentí incómodo pero no dejé que me intimidaran.

Sven: Felicidades por el aniversario número 40 de su hotel, joven Goldschmindt. Estoy seguro de que su padre se sentiría muy orgulloso de usted y su hermana.

Ezan: Muchas gracias, claro que usted también a contribuido con sus aportes económicos como mejor cliente de este hotel.

Liza: Mi hermano tiene razón, sin clientes como usted esté hotel no estaría en donde está ahora. Muchísimas gracias.

De repente aquella chica cierto a verme y se le dibujó una sonrisa en los labios un tanto curiosa.

L: Debo suponer que tú eres el acompañante del señor Sven. -dijo mientras sin dejar de sonreír volvía a verlo- Es curioso que no venga acompañado de alguna joven como es costumbre suya.

S: Lo que pasó es que en está ocasión creí que sería más interesante traerlo a él, es una ocasión especial por lo que quise hacer algo distinto.

L: Ya veo, eso suena verdaderamente interesante, ¿no crees Ezan?

E: me observó en silencio unos segundos y finalmente contestó- Sí, tienes razón Liza. ¿Cómo te llamas? -lo miré fijo a los ojos y con una sonrisa le respondí.

Alexander: Me llamo Alexander, es un placer conocerlo señor Goldschmindt.

Luego de esa peculiar presentación regresamos a nuestra mesa.

Sven: Vaya que les diste una buena impresión. Tal vez no fue mala idea traerte a ti en lugar de esa chiquilla~ -de la nada y sin pedir permiso comenzó a tocarme e insinuarse, lo cual me molestó.

Alexander: Oye, si no es mucha molestia... ¿podrías traerme un trago y algo de comer? -el tonto me miró algo sorprendido pero accedió de inmediato. Volteé a donde estaba Ezan y comprobé que estaba observándome.