Mi Primer Amor.

Mejor ponte a estudiar..

-Jos! -mi mejor amiga voltea a verme con una ceja arqueada- Me tocó con tu novio.

  Ella ríe.

  Lo dije de broma, pero,en realidad, él es mío..

  -No es mi novio -ríe- Ya quisiera...
  -Ay Joselyn!! Mejor ponte a estudiar, eso si sabes hacer -dije en tono burlón y después reí como tarada-
  -Ayyy cállate!! -dijo riendo-

   Al siguiente día, Nathan estaba ahí. Bien guapo, con su cabello con un kilo de gel. Enserio, no se cómo le hacen los hombres para tener tanto gel en su cabello! En fin, se veía hermoso.

  Se sorprendió cuando vio que estaríamos juntos. Yo sólo sonreía.

  -Quieren jugar a Pictionary? -dijo Ivanna, cortando el silencio-
-Sii -dijo mi Nathan-
Asentí con mi cabeza hermosa, okno.

Ivanna sacó una hoja blanca de su folder. El juego, consistía en que alguien dibujaba algo mientras los demás contaban hasta veinte. Después, los demás tenían que adivinar el dibujo y para eso daban tres intentos para cada persona.
Ivanna dibujó un personaje, que de en ese entonces, acababa de salir el programa.
-Un super héroe!!! -dijo Nathan-
-Un niño en Halloween!! -dije-

Alonso sólo nos miraba, con cara de Dios mío sáquenme de aquí.

-No, piensen. -dijo Ivanna riendo a nuestras respuestas-

Nos quedamos pensando.

-Un minuto -dijo Alonso, que era el que traía reloj-


Al final de la clase, estabamos los cuatro. Contando "chistes". Ni siquiera daban risa, sólo reía porque a Nathan le hacían gracia. Su risa es tan hermosa.

Hasta que de pronto, alguien contó un chiste bueno.

Ósea yo.

No podía ni contarlo, porque me daban ataques de risa, leves, no exagerados, pero no me dejaban hablar. Por lo tanto, los demás reían.

Después, me fuí, me despedí de Joselyn y de mis compañeros, con los que me siento, ósea Nathan, Ivanna y Alonso. Sólo dije Bye, pero me despedí.

Así pasaron los días, muy alegres, llenos de Nathan y llenos de ternura. Nathan conseguía mi corazón. Cada día me gustaba más y más y más...

Hasta que llegó un punto, de que, me enamoré. Perdidamente, de Nathan.

Mi morena, cada día, me decía cosas sobre Nathan. Sin saber, que me encantaba él. Yo no le decía nada, ya era suficiente de que me gustaba. No quería que nuestra amistad terminará. El hecho de soportar las cosas que decía me hacía feliz, la tenía a ella y sabía que tenía a Nathan.

Me miraba de la manera más hermosa y los ojos dicen lo que la boca calla. Una mirada vale más que mil palabras, una acción dice lo que alguien siente por ti. Por lo tanto, sabía que le gustaba. Se veía, en sus ojos, en su sonrisa, se le miraba.

Y sé que a mi también se me notaba.

En la forma en que lo miraba, cómo le sonreía...
Hay mil y un formas de cómo expresar lo que sientes por una persona.

Todo iba perfecto. Se acercaba el cumpleaños de mi mejor amiga, mi morena, mi hermana...

  El 21 de Enero, mi morena cumplía años.
  Llegué a la escuela. En cuánto la ví, la abracé.
  -Amigaaa -nos abrazamos muy fuerte y ella se quejaba, yo soy muy cariñosa, cosa que a ella no le gustaba mucho, pero sé que disfrutaba de mis maravillosos abrazos- Mi morena, mi mejor amiga, mi hermosa, mi bff, mi maps. FELIZ CUMPLEEE!!!! Te quiero demasiado.
 
  Ella sonrío.

-Gracias, te quiero igual. -dijo con una linda sonrisita- Vendrás a mi casa hoy?
-Claro, quiero pastel.
-Es de chocolate. -dijo con cara de enamorada-
-Uyyy perfecto. -dije con la baba caída- No me lo pierdo por nada!!
 
Reímos.

Cuando le cantamos las mañanitas, ella se puso sonrojó. Ya que Nathan estaba casi gritandole Feliz Cumpleaños. Y yo toda celosa.

Nono, tú eres mío Nathan. No comparto.