Entrelíneas

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Tras bajar del domo Ichigo hace frente a Yammi para proteger a Rukia, sin embargo no todo sale según lo planeado. Porque cuando se trata de amor, hay que saber leer entrelineas.

El último cero del Arrancar cero pasó junto al pelinaranja, quien con agilidad lo esquivó sin importarle demasiado a quien alcanzó aquel ataque a su paso, menos la destrucción que lo rodeaba y la impotencia de sus compañeros de batalla. En su mente atribulada por los acontecimientos recientemente vividos no quedaba más espacio que cobrar la derrota de ese armatoste situado frente a él, quien lo observaba con una sonrisa derrotada en los labios. Pudo percibir las respiraciones cansadas y el total agotamiento de su contrincante al tiempo que su última estocada atravesaba a Yammi por el centro de su craneo hasta separarlo en dos.

El shinigami sustituto cayó al suelo despedido por el impulso de su propia energía liberada del shikai de su Zampakuto. Yammi se desvanecía en el aire agonizando en una sonora exhalación y su cuerpo se repartía por doquier como antes lo hizo el de Ulquiorra. Ichigo observó la escena con una mezcla de desconsuelo y triunfo. Había salvado a sus amigos, pero había condenado por segunda vez su alma. Sus oídos zumbaban mientras trataba de incorporarse, mientras las llamadas a su alrededor se volvían más cercanas.

-Kurosaki-kun –la voz de Inoue lo obligó a voltearse, ella lo observaba a una considerable distancia, parecía angustiada o, más bien, asustada.

-Estoy bien, Inoue –le aseguró con una sonrisa vacía, ella le respondió con el mismo gesto, cargado de angustia.

Volteó a ver a su alrededor, dejando la mirada de Inoue sin respuesta. Pudo divisar a Ishida justo tras Orihime, mirándolo fijamente, como dudando de él, quizás aún demasiado quisquilloso tras su perdida extremidad. Kurosaki bajó la mirada avergozado. Renji se incorporaba junto a Nell y sus amigos, bastante alejado pudo ver un cuerpo vestido de negro, tendido en la arena. Todos se movían, menos aquel cuerpo inerte. 'Muévete' rogó estático mientras intentaba ponerse de pie. '¡Muévete! ¡Ponte de pie!' Pero aquellas palabras sólo resonaban en su mente, sus labios no se movían. Puso ambas manos en la arena, estaba tibia y húmeda, remojada en su propia sangre. Tiritaba completamente, pero su mirada no se desviaba de aquel cuerpo tendido sin reacción. Casi arrastrándose intentaba acercarse, otro llegó antes que él.

-Rukia –la voz de Renji inundó el lugar al tiempo que la asía por los hombros y la apegaba contra él. -¡Inoue!

Orihime se incorporó rápidamente y a tropezones cayó varias veces sobre la arena, enredándose con sus ropas uniformada de Arrancar. Cayó pesadamente junto a Renji, un chillido angustiado escapó de su boca. Pudo ver el rostro sin vida de su amiga, de su rival por el amor de aquel pelinaranja muchacho, quien a metros intentaba patéticamente de acercarse.

-Kuchiki-san –musitó la muchacha al tiempo que Renji dejaba descansar el cuerpo de la pequeña morena nuevamente en la arena. –Yo… -gruesas lágrimas caían por sus mejillas –No creo que pueda… -volteó hacia Ishida, quien bajó la mirada al suelo –Yo… -volvió hacia Ichigo con tristeza –Yo… -Kurosaki fijó su vista en la voluptuosa muchacha y frunció el ceño. Ella suspiró pesadamente y negó con la cabeza. –No tengo fuerzas… Yo…

Ichigo dio otro paso a gatas en la arena. La mirada temblorosa de Inoue lo llenaba de ira a cada centímetro que se aproximaba. La castaña bajó la vista hacia su amiga.

-Perdóname, Kuchiki-san… -dijo largando a llorar.

El pelinaranja sintió que el peso de toda Las Noches caía sobre él. No, Inoue no podía dejar morir a Rukia… ¡Debía hacer algo! ¡Ella siempre podía hacerlo! Era su especialidad, estaba ahí para algo, no podía quedarse simplemente mirando como Rukia se alejaba de este mundo sin hacer nada. Un sentimiento horrible se instaló en su pecho, detestó aquella mirada misericordiosa de la castaña hacia él, la odió por estar cerca de Rukia y no hacer nada. ¡Rukia no podía morir! ¡Inoue no podía hacerle eso!

One Shots IchirukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora