Cuando la guerra de los mil años acaba, Ichigo volverá al mundo de los vivos, no sin antes aclarar sus sentimientos hacia Rukia. Una noche y una botella de sake para sacar a la luz años de silencio. Advertencia Lemon.
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Habían sido prudentes en alejarse lo suficiente de cualquier ojo curioso. Un cuarto por pago en un sector acomodado del distrito 3. Lo que había comenzado como una broma subida de tono había terminado en esto: ambos sentados en el suelo de la habitación, una botella de sake y un vasillo en sendas manos.
-La próxima vez que nos veamos puede que sea tu funeral -dijo Rukia viéndolo a los ojos.
-O puede que me necesiten antes por aquí para que les salve el trasero -refutó Ichigo con aires de superioridad.
-O puede que vaya a visitarte… -dejó caer ella cantarina.
Ichigo se volvió serio.
-Prometiste eso una vez y no lo cumpliste.
Rukia se mordió el labio.
-O puede que no volvamos a vernos más -sentenció la morena bajando la vista a su vaso -Con todo lo que ha pasado he caído en lo importante que es decir las cosas y hacerlas… -él asintió dándole la razón. -Y por lo mismo creo que comenzaré yo.
-Puedo hacerlo yo, no me importa -dijo el pelinaranja despreocupado. Rukia bajó la vista a su bebida. -Me gustas, mucho.
-Y tú a mí, mucho -respondió la chica para cruzar la mirada con su amigo.
-No lo dije antes porque era un crío vergonzoso… -continuó, su voz era tranquila, se notaba dueño de ese momento -O porque no sabía muy bien qué me pasaba contigo. -se la quedó mirando interrogante, dándole el pase.
-No dije nada antes porque pienso que este sentimiento no hará más que dañar nuestra amistad -confesó algo sonrojada -Y te valoro ante todo como un amigo, un muy buen amigo.
Ella bebió de su vaso, Ichigo lo dejó a un lado.
-Tú tienes una vida acá -retomó ahora el muchacho -Una vida que no tienes porqué rechazar, yo tengo mi vida dividida, pero todos mis afectos están del otro lado del senkaimon, todos excepto tú. -ella le sonrió entristecida -Ven conmigo.
-No -respondió la morena, él suspiró pesado. -Quédate conmigo.
-No -fue tajante. -Eventualmente regresaré aquí… para qué adelantarnos a los hechos.
-¿Entonces por qué me pides que vaya contigo?
-Porque podrás vivir miles de años acá, pero solo se vive una vez en el mundo de los vivos y tu única vez fue muy corta… te mereces una segunda oportunidad. Ven conmigo. -insistió.
-Podríamos pasarnos toda la noche tratando de convencernos y ambos sabemos que eso será una noche pérdida, nuestra última noche…
-La primera y la última… perdimos mucho tiempo.
-Fue más del que pensamos que podríamos tener -se contentó ella. -¿Alguna vez pensaste en… esto?
-Todas las noches desde hace un tiempo -confesó y la chica se lo quedó mirando sorprendida -Tengo 17 años, solo pienso en chicas todo el día… en realidad en una sola chica, en ti.
Ella se sonrojó visiblemente esta vez.
-También he pensado en esto… más veces de lo que sería prudente… contigo.
-Eso es porque eres una vieja pervertida -se burló bebiendo de su copa, ella le sonrió sirviendo más alcohol en su copa -No me importa realmente…