Jeff volvió a clases más revitalizado que nunca. Esa semana que estuvo con el celo la aprovechó, además de masturbarse y socializar con su extraño vecino, para dormir. Y vaya que había descansado. Ahora tenía lástima de todos aquellos compañeros suyos quienes sufrían se insomnio por las noches.
-¡Buenos días! -gritó una voz conocida para Jeff, del otro lado del pasillo un alfa de cabellos dorados se acefcaba rápidamente al chico, con obvias intenciones-. Jeff, quería pedirte... uh...
Se cubrió la nariz, el omega estaba listo para rechazarlo, pero el mismo alfa se largó maldiciendo entre dientes a quién sabe qué. Jeff le restó importancia a ello y continuó con su camino, quizás el celo lo dejó vacío de todas aquellas feromonas apestosas que tanto odiaba y se volvió un simple beta.
Vale la pena soñar, al menos. Suspiró mientras que se dirigía con rapidez hacia el aula. Cuando entró se encontró a aquel chico, su vecino, sentado en el grupo de la derecha, tres asientos atrás, tres asientos a la derecha. Al lado de su usual lugar. Jeff miró el lugar que se encontraba vacío al lado de Jack y evitó acercarse a él. Se sentó en uno de los primeros asientos vacíos, aunque no estaba acostumbrando a la vista, menos estaba acostumbrado a los susurros muy notorios de unas chicas alfas que se encontraban tras suyo.
-¿Lo crees, Jazmin? -decía una chica de cabellos rojos a otra.
-¿Acaso no es obvio, Lou? Apesta a alfa, seguramente fue marcado a la fuerza -y ahí, Jeff notó que hablaban de él. Se estremeció y empezó a sudar frío ¿apestaba a alfa? Es decir, tenía el olor de un alfa... ¿qué demonios sucedía?
-Empecemos con la clase diciendo que estoy bastante conforme con el promedio general de ustedes -el Doctor Herber, profesor de histopatología, se desvivía hablando como era costumbre. Jeff lo admiraba, aunque desataba mucho miedo en él.
La clase terminó y Jack rápidamente siguió al omega por los pasillos. Cuando Jeff se detuvo al oler aquellas molestas almendras, el mayor chocó contra la espalda del otro.
-¿Qué demonios te sucede para seguirme? -dijo con molestia mientras que se cruzaba de brazos.
-Nada, solo quiero acompañarte a almorzar ¿tanto te molesta? -preguntó.
-Sí, eres molesto. Y lo peor es que tu aroma se ha impregnado en mí y ahora rumorean que fui marcado a la fuerza, ¿no te parece asqueroso?
-Bastante... espera, ¿puedes oler mi aroma? -dijo el alfa con una sonrisa, Jeff no tuvo más que asentir-. Dime, a qué huelo.
El omega bajó la cabeza al verlo así de emocionado, ¿por qué se sentía tan mal? Quizás porque aquel alfa, aunque pesado, nunca conocería su propio aroma ni el de su pareja, era bastante triste, porque el arte de los aromas lo era todo para los alfas. Suspiró.
-Hueles a almendras -dijo, el alfa sonrió y se frotó la barbilla sopesándolo.
-Mmm, almendras... Las almendras saben bien, supongo que es un aroma agradable, ¿no? -dijo con una sonrisa emocionada. Jack conocía aquella historia que decía que cuando un omega reconoce el aroma de un alfa esto es porque son parejas destinadas. Algo muy romántico, demasiado para un mundo donde el romance casi no existía.
-Te equivocas, es molesto, está impregnado en mí y es molesto. Todos me miran raro y me evitan como si fuera un bicho.
-Bueno, no sería muy diferente a lo que era antes -dijo el alfa en medio de una risa y Jeff refunfuñó con rabia contenida. Un omega nunca debía intentar golpear a un alfa, ellos eran una raza superior en todo aspecto-. Lo siento, pequeño, por haberme reído -se disculpó con una sonrisa-. Ahora vamos a almorzar y no aceptaré un "no" por respuesta.
Tomó de la mano al ya furioso omega y lo arrastró al comedor universitario.
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Idempotente [Omegaverse]
RomanceJeff es un chico ambicioso, violento y con un carácter del diablo, es un omega quien no deseó haber nacido como tal y es capaz de mucho para superarse. Jack es un alfa quien no nació como tal. Un acosador de primera o un admirador secreto no muy sec...