Capítulo 18

5.4K 749 112
                                    

—De qué huyes, Jeff —el alfa logró interceptarlo en su puerta, el omega abrió los ojos como platos al sentir la mano del contrario en su cintura y la cercanía del cuerpo ajeno— ¿No ves que me perteneces? —Jeff sintió los labios ajenos en su cuello ¿por qué no podía decir nada? Sus manos no se movían, pero las del alfa no esperaban a la hora de acariciar con lujuria el cuerpo ajeno. Unos dientes se hincaron en la carne ajena, liberando un poco de sangre mientras era marcado por primera y única vez en la vida, el alfa lamió la zona, se deleitó con aquel pecado rojo que se escurría a través de la herida que se mostraba en el cuello del omega y que lo declaraba como pertenencia suya—. Eres mío —un susurro llegó a su oído.

Jeff abrió los ojos, no tuvo tiempo para pensar en el sol del amanecer que se colaba por su ventana ni en aquel sueño tan traumático, solamente se levantó tropezando con sus propios pies para llegar al baño e hincarse sobre el inodoro para vacíar su estómago, desde hace más de una semana el omega no se sentía bien y tomaba aquello como consecuencia del estrés que el estudio le daba. Se levantó con pereza del suelo luego de hacer su matutino ritual con la taza del baño y se miró al espejo, vaya que estaba demacrado y el sueño le era más que insuficiente cuando siempre le fue suficiente dormir seis horas promedio. Se lavó la cara y los dientes. Luego fue a su habitación para tirarse nuevamente a su cama, solo ahí lo recordó, recordó el calor que su piel sintió al recurrirse su sangre y ser limpiado por el alfa, Jeff cerró los ojos y se golpeó mentalmente, debería olvidar aquel sueño.

Ya eran las épocas de exámenes y eso significaba que los alumnos ya no iban a la universidad, sino que se quedaban en sus casas para quemar neuronas y glucosa a la hora de estudiar. El omega iba a hacer una excepción pues debía devolver un libro el cual ya tenía un atraso de tres días y debería pagar una multa por ello. El omega esperaba a que la cajera mediara su pago cuando llegó una mujer bajita de cabello oscuro y corto hacia la recepción. Era la Doctora Inés, quien no dudó un segundo en ir a saludar a su único alumno omega.

—¿Cómo estás, Jeff? —preguntó la mujer, el joven estaba totalmente demacrado y podía ver unas ojeras bajo aquellos oscuros ojos marrones.

—Podría estar mejor —dijo con deje mientras que recibía una factura y agradecía a la cajera. Inés hizo una mueca.

—Pareces enfermo, ¿estás realmente bien? —aquella pregunta quedó en el aire por unos segundos, Jeff suspiró y empezaron a caminar por el pasillo.

—Sí, solo he tenido algunos vómitos y náuseas matutinas, supongo que es el estrés —dijo, Inés miró a ambos lados del pasillo encontrándose vacío en ambas direcciones, solo ahí miró de frente al omega.

—¿Estás seguro? —dijo, pues ella sabía que el muchacho nunca quiso ser una carga para los profesores, por ello decía verdades a medias.

—Bueno... ayer me desmayé —susurró eso último.

—Jeff, esto es grave, tú sabes que con la salud no se juega, por los síntomas que describes podrías tener un tumor cerebral ¿sabes? —Jeff asintió cabizbajo—. Entonces si lo sabes, ¿por qué no velas por tu salud?

Jeff no dijo nada más, se dejó arrastrar por aquella doctora quien lo llevaba hacia el primer piso del edificio: el hospital universitario, un hospital en donde los estudiantes de último año impartían sus prácticas. Las manos le sudaron al estar ahí, qué sueño tan inalcanzable era vestir aquellos guardapolvos inmaculados mientras que otras personas te observaban con admiración, definitivamente quería estar ahí algún día. Ambos entraron a un consultorio en el que Inés hizo sentar a Jeff en una silla mientras que ella se ponía detrás del escritorio y tomaba unas hojas.

—Esto va a ser una inspección —explicaba—, va de mi parte por ello no te registraré en los archivos del hospital para que no tengas problemas más tarde —sabía que le cobrarían por la consulta—, simplemente anotaré tus síntomas y te haré unas preguntas de rutina —Jeff asintió—. ¿Desde hace cuánto presentas vómitos?

Idempotente [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora