Al fin amaneció, fui con mi hermana al hospital Coromoto, pero me dijeron que el doctor no me podía atender porque tenia muchos pacientes, le dije con lágrimas a la secretaria.
Señorita es mi hija de ocho años que tiene una aneurisma y ya hizo un primer derrame, ella se levanto inmediatamente y entro al consultorio y le dijo al medico y el le ordeno que la pasara inmediatamente.
¡Gloria a Dios! Dije en ese momento. Cuando el medico la examino y vio los estudios dijo: —Señora a la niña hay que operarla inmediatamente no se puede perder tiempo.
Le dije Doctor ¿Es grave?
Dijo: —Si señora es de vida o muerte. Es mas no puede ni caminar tienes que tenerla acostada que no se levante para nada.
Había que evitar que la aneurisma se reventara. Me dijo que había que hacer un cateterismo cerebral urgente.
—¡Dios! ¿Cuanto cuesta eso doctor? Yo no tengo dinero.
Nos dijo el monto era muy elevado y en verdad no teníamos, después de un rato mi hermana me dijo: —Quédate tranquila voy hablar con el Alcalde.
Así fue, el Alcalde dio el dinero para hacer la operación.
La operación se había pautado para una semana a mas tardar.
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DIOS TIENE LA ULTIMA PALABRA
Short StoryUna historia de la vida real, los nombres han sido cambiado por motivos de privacidad, basada en una niña de ocho años desahuciada por los Médicos.