Día 16:
Ya logramos una rutina en la que no siento su molesta presencia, ella pasa la mayor parte del tiempo en la cocina, solo cruzamos palabra cuando le pido que encienda la radio o que me ponga alguna película y cuando me alimenta, (lo cual hace terriblemente mal) que escabulle entre la salsa algún que otro vegetal como su fuera un bebé (aunque la verdad pienso que me veo como un inútil anciano decrépito) y por ello siente la necesidad de hacerlo sutilmente. Creo que tan solo le falta jugar al avioncito con el tenedor.
Veo en su mirada lo duro que le resulta cuidar sus palabras cada que me habla, aunque la verdad, está haciendo lo que todo el mundo, solo dice lo que cree que quiero escuchar.
Terminada la comida usualmente voy a la sala a ver alguna película mientras ella me aturde con el estruendoso ruido de la aspiradora. Cuando nota que me molesta se esconde en la cocina para leer unas estúpidas revistas ¿A caso no tiene nada mejor que hacer?
Cada día llega con un atuendo más extraño que otro. Los ojos me duelen al verla con sus chillones colorcillos de siempre.
Han pasado dos semanas desde su llegada, aún creo que es desesperante, pero en el fondo creo que comienzo a soportarla.
Me he acostumbrado a la maldita rutina, ya no me molesta su presencia tanto como antes, pues, aunque suele ser estresante, es la única que ha respetado mi decisión de no hablar. Hace tiempo lo intentó, pero la mandé al diablo.
Día 17:
No sé por qué demonios sigo comportándome como un idiota con ella. Se ha atrevido a hablarme y lo he arruinado todo, le he tratado con tanto desprecio que en serio me siento mal.
Fue tan obvio que le dolió, lo único beneficioso que saqué de esto fue lograr que me respondiera. Estaba tan molesta que dijo:
-No te comportes como un imbécil, sí, yo vengo aquí cada maldito día intentando hacer que me aceptes, no te molesto, hago lo que quieres, me encierro en la cocina, y hago lo posible por no hablar. Pero tú sigues comportándote hostil y estúpido, yo no trabajo para ti, Will Traynor, trabajo para Camilla y hasta que ella no me pida que me vaya, no lo haré, ya que en serio necesito el dinero.Dios, la he cagado, lo hice y muy mal
Día 18:
Nada ha cambiado mucho, pero sin embargo, algo dentro de mí hizo hablarle.
-Hey Clark- Fue lo primero que dije. -Cuéntame de tí, ¿Qué haces al largarte?-
.¿Ah?- me miró como si le hubiese hablado en mandarín. Pero comprendí su desatino por mi repentina frase.-Oye, fuiste tú quien me dijo que nos conociéramos más, Clark-
-Bueno, sí, pero... ¿Qué quieres saber?- dijo mientras su piel se sonrojaba, era muy bella, la verdad, no lo había notado. (Era obvio que la conmovía que le hablara)
-No sé, dime tú Clark. ¿A qué te dedicas luego de este encierro?-
-Mmm. Bueno pues, llego a casa, suelo salir con Patrick, mi novio y veo televisión al llegar. (Logré apreciar que se avergonzaba de su patética vida)¿En serio? ¿Eso es todo? ¿Dónde está la diversión, Clark?
-A qué te refieres, tengo una vida bastante normal, ¿Qué esperas, que me lance de un edificio empinado? Por favor Will, sabes que no lo hago.-Pues deberías. Y dime, ¿A qué se dedica tu novio?
-Es entrenador personal, justo ahora debe estar entrenando para el triatlón.-Un hombre maratón ¿he?
Y cómo es que pararon juntos, es decir, no se ve que tu seas muy deportista.
-La verdad no tengo idea, pero hacemos buena pareja, supongo. No es tan malo como crees.Luego de eso ella se retiró a la cocina, yo fui a la sala y le llamé para que me pusiera una película francesa, le pedí que la viera conmigo y me hizo morir de risa con su patética respuesta.
-Mírala conmigo Clark- dije con sutileza.
-He, no, gracias, no me gustan las películas con sub títulos- Dijo un tanto intimidada.
-¿No te gustan? Jaja, hey, Luisa Clark, sería capaz de apostar mi silla a que nunca has visto una de éstas películas.-
-Ja, Já, muy gracioso Will Traynor. Pero sí, la verdad es que nunca he visto una.-
-Pues ésta es tu oportunidad, siéntate.La vimos y al terminar vi como las lágrimas corrían por sus mejillas rosadas. Se veía realmente satisfecha, me alegré de haberle obligado.
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Querida Clark
Teen FictionLas vidas de dos personas que no podrían tener menos en común se entrelazan, siempre hemos visto la versión de ella, pero en esta ocasión, Will contará la historia desde su perspectiva.