Preferencias // 5 Seconds Of Summer

-Preferencia N°85:"Lluvia."-

Luke:

Cogiste el recipiente que tenía palomitas de maíz una vez que las mismas ya estaban terminadas y fuiste hasta donde Luke y los chicos estaban. Era el cuarto recipiente de palomitas que hacías ya que al ser cinco cada uno tenía el propio, excepto Luke y tú.  Te acomodaste a un lado de él y dejaste tu recipiente en sus piernas para poder acomodar tus piernas sobre el sofá.  Era normal que en los días de lluvia, junto a los chicos, se juntaran a mirar películas o jugar a la consola. Solían ser días tranquilos y era algo que ellos hacían desde siempre, pero ahora que eras la novia de Luke te habían incluido en sus días de lluvia e incluso habían usurpado tu casa para hacerlo oficial. No te molesta y nunca lo había hecho, ellos eran chicos geniales. Puede que sean un poco ruidosos y molestos en cierto punto, pero te llevabas muy bien con ellos y sabías que eso le encantaba a Luke. Es decir, su novia y sus compañeros de vida se veían los uno a los otros casi como mejores amigos, sin necesidad de que te sientas incomoda rodeada entre exclusivamente hombres. Luke rió de algún comentario idiota que Michael había hecho antes de pegar sus labios en tu sien e indicarte que comenzaras con la película. Sabías que no iba a tardar más de un par de minutos antes de tener sus manos por todo tu cuerpo, por lo que luego de media hora de película Luke se había encargado de tocar todo lo que estuviera a sus manos. Estaba consciente que sus amigos se encontraban allí en la habitación, por lo que tenía respeto hacia tu persona, pero una de sus manos se movían constantemente en tu pierna, levantando un poco el corto pantalón que llevabas. Del toqueteo pasó a los besos, dejando besos sonoros por tu cuello, hombros, mejillas y brazos. Realmente no te molestaba tener a Luke besando tu piel descubierta, pero te sentías incomoda con sus amigos en la misma habitación. Cosa que a Luke parecía no molestarle para nada. "Detente, Luke, Calum nos está mirando con cara rara." "Él solo esta celoso porque no puede tener a alguien con quien pasar un día así. Recuerdame, ¿por qué tuvieron que venir ellos?" Reíste con suavidad antes de tomar un par de palomitas del recipiente y llevarlas a tu boca. "Eso es, me encanta verte comer palomitas." Murmuró Luke a tu oído anterior a dejar un beso justo detrás de tu oreja. "¡Luke!" "Mmh, cariño, estoy excitado." Jadeaste ante su descaro y te volteaste para verlo con seriedad. "¿Me jodes?" "Ya, hermano. Si sabía que ibas a estar babeando a tu novia durante toda la película ni siquiera me presentaba." Murmuró Michael con asco teniendo el asentimiento de Calum y Ashton. "Es asqueroso, estamos presentes." "Solo lo dicen para tocarme las pelotas." Golpeaste a Luke en el estomago y te alejaste un poco de su alcance. "Lo siento, sigamos con la película."" T/N..." "No, esta bien. Cumplamos el deseo de Luke, los dejaremos solos." Ashton dejó el recipiente de palomitas sobre la mesa antes de levantarse de tu lugar. Calum y Michael lo siguieron, pero él último tiró hacia ustedes dos preservativos que sacó de su bolsillo para después irse con las palomitas en su manos. "Eres un imbécil."  "Pero ahora estamos solos..." "Usa tu mano, porque a mi no me tocas."

Calum:

A diferencia de lo que toda pareja normal haría en un día de lluvia, con Calum disfrutabas de salir fuera de su casa o del hotel donde se encontraran. Claro que no ibas como locos debajo de la lluvia todos empapados recorriendo las calles de donde estuvieran. Pero amaban recorrer el lugar en auto con la música fuerte y tranquila. También les gustaba ir a lugares donde nadie pudiera reconocerlos para poder pasar tiempo juntos. Normalmente la gente no solía salir de su casa los días de lluvia, aunque siempre había un excepción y solían encontrarse con alguna de las tantas admiradoras, sin embargo, eran pocas las ocasiones. Por lo que cuando Calum escucho como la lluvia comenzaba a golpear en el techo del balcón de la habitación de hotel donde se hospedaban, no dudo un segundo en despertarte. Era tarde, lo sabía, y dentro de un par de horas él tenía que estar dando un recital en aquella preciosa ciudad de Alemania. Casi le daba un poco de pena tener que despertarte de tu siesta, siendo el caso que estabas sufriendo el tema del cambio de horario, pero no iba a perderse la oportunidad de recorrer aquella ciudad contigo y bajo la lluvia. Siendo nada sigiloso, cerró el cuaderno donde estaba escribiendo cierta letra y tiró de las sábanas que cubrían tu cuerpo por completo. Gruñiste en desesperación por dicho acto y le diste la espalda para seguir durmiendo. "Vamos, está lloviendo. Podemos ir a todos esos lugares que me dijeron que visitemos." "Seamos una pareja normal por hoy." Calum negó y rodeó la cama para tomar tus manos y levantarte a la fuerza antes de abrir el baño y dejarte debajo de la lluvia artificial. "Mierda, ¡Calum!" "Tienes veinte minutos." Exactamente once minutos después te encontrabas fueras de la ducha decidiendo que ropa utilizarías, aunque no debía importarte tanto ya que llevarías un abrigo para la lluvia sobre la misma. "Debemos ir a aquel museo donde hablan de Hitler." "¿Historia, Calum? Me tienes que estar tomando el pelo." Él sonrió y tomó tu mano para bajar juntos por las escaleras. "¿Prefieres el taxi o el subte?" "Taxi, quiero ver la ciudad." Calum asintió y le indicó a la recepcionista del lugar que llamara a un taxi por ustedes. "¿Sabes siquiera donde iremos?" "Claro que sí, confía en mi." Te refugiaste en la capucha de tu abrigo al momento que ustedes salieron fuera del hotel donde una cortina de lluvia caía de manera continua. Era prácticamente de noche, un atardecer cerrado, donde las luces del lugar hacían parecer la ciudad como una postal. Calum sostuvo tu mano todo el camino y abrió la puerta para ti en el momento que llegaron a destino. "¿Dónde estamos?" Él no respondió, simplemente rodeó tu cintura y te invitó a entrar a un pequeño edificio completamente de vidrio donde comenzaron a subir hasta llegar al tope. "Por Dios." A través de los vidrios que había en la parte superior podías observar toda la ciudad y sus luces difuminadas por las gotas de agua. Tenías la vista perfecta de las torres de la catedral de la ciudad y del maravilloso puente, todo iluminado de amarillo por las luces. "¿Valió la pena?" "Es precioso, Calum." "Casi tanto como tú."