"Todo estará bien", había dicho el anciano. También le había dicho entre líneas, que no dudara en volver a la Fuerza de Defensa si tuviera la oportunidad. El hombre recordaba esa conversación como si fuera ayer, aunque habían pasado ya quince años desde aquel encuentro en el tren con el viejo.
Volvió de la planta muy temprano, pues no fue necesario quedarse allá mas tiempo porque habían aceptado su renuncia sin hacer preguntas. De hecho, nunca le hacían preguntas porque con los años habían aprendido que el hombre simplemente no las respondía.
Entró al departamento, fue directo a la habitación y tomó todo el dinero que se encontraba en una caja de zapatos debajo de su cama. Era mucho dinero, aunque él solo necesitaba pagar por su ticket de regreso a su ciudad. La fuerza de Defensa se encargaría de sus gastos de ahí en adelante, de acuerdo a la propuesta hecha por teléfono la mañana anterior.
No podía creer que regresaría después de tanto tiempo. Pero no podía decir que no a las Fuerzas Armadas, después de todo, le habían solicitado volver para formar parte de una división especial luego de quince años de haber renunciado.
El recuerdo de ella volvió a su mente, tan vívido, tan reciente. Era increíble que hayan pasado ya tantos años también de aquella despedida. Ese era el tiempo que había transcurrido desde aquella ruptura que le hizo renunciar a una vida para iniciar otra. Había renunciado a su joven carrera en la Fuerza de Defensa, a luchar por su amor y a su vida en su natal Dinara para iniciar una nueva vida llena de monotonía en una ciudad diferente al otro lado del país.
Eran las 14:00, salió de la habitación. En su paso por la sala, tomó el bolso que había dejado empacado desde la noche anterior. Ahí llevaba todas sus pertenencias, lo cual era únicamente su ropa.
En todos esos años había vivido en el mismo departamento, había trabajado en la misma cabina, en la misma planta. Había visitado el mismo bar y había bebido la misma marca de cerveza, todas las noches, excepto por la noche anterior.
Había pasado todo el día anterior en casa. Había llegado temprano luego de la llamada. Había encendido la tele para no mirarla como siempre y se había quedado en casa pensando en ella. Eso era algo que no se lo permitía, pero que tampoco hacía falta, pues era inevitable. Había pensado en ella cada día desde hace que tomó el tren a Maesa.
-Tenemos que terminar.- Le había dicho ella.
-Pero, por qué? No puedes hacerme esto. Nos vamos a casar!
Ella le había explicado que en una de sus largas ausencias por sus misiones en la Fuerza, había conocido a alguien más. Que no era digna de merecer su amor y su devoción. Él sospechó que había algo más, pero no podía obligarla a explicar mejor. Después de todo, bastante tenía con el dolor de ver derrumbarse su relación que era tan sólida y llena de amor. Ella lo era todo, ella era la familia que no tenía, era ella la única razón para vivir en esa ciudad. Pues las Fuerzas Armadas eran solo su trabajo, el cual amaba, pero que no significaba nada si no fuera por llegar siempre a verla a ella luego de cada viaje.
Fueron varias horas hablando, trató de convencerla de que no lo deje. Pero ella estaba simplemente imposible. A pesar de que no explicaba una razón convincente, se mostró determinada a no seguir con él.
Armando, con mucho dolor, tuvo que renunciar a ella, a su carrera militar y a todo su pasado. Así que a la mañana siguiente, él se encontraba en la estación de trenes, boleto en mano con su bolso verde de camouflage, que en ese entonces era nuevo, llevando sólo su ropa, con destino a Maesa al otro lado del país.
Todos estos recuerdos llenos de dolor le decían a Armando una sola cosa: No estaba preparado para volver y nunca lo estaría. Pero luego de recibir la llamada del día anterior, no dudó en cumplir la promesa que mentalmente le había hecho al viejo aquel del tren hace quince años. Volvería a Dinara a la primera oportunidad que tuviera de volver a prestar servicio en las Fuerzas Armadas.
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Timeline (El Viajero)
Science FictionFicción. Drama. La historia de un hombre que se divide entre el amor por la mujer de su vida y su vocación de servir a su patria.