Ya no preguntes si te amo,
pregunta el cuanto lo hago,
pregunta en qué pienso,
y obviamente es en ti,
aunque no siempre,
hay veces en que pienso en tus ojos,
o esos ojos, eso hermosos ojos
en los cuales quisiera navegar en ellos
y ser su esclavo eterno,
aunque ya creó que lo soy,
tus ojos, tus hermosos ojos bellos
qué desprenden vida a cada parpadeo,
o así lo veo yo,
puesto que siento que vivo al estar frente a ti y,
digo vivo, pues al verte partir sólo se morir,
y no preguntes el cuanto te amo,
pues te amo como se ama a la vida,
pues este sentimiento es eterno
y este amor dentro de mi no cabe.
Y ya no preguntes el cuanto te amo, puesto que tu ya lo sabes.