Mi familia es pequeña pero me encanta, somos muy unidos y no se que haría sin ella, sé que algún día tendré que independizarme lo tengo claro pero aún no deseo ni siquiera pensar en eso.
Al principio en nuestro viaje al Digimundo me hicieron mucha falta, me sentía pérdida y no sabía que hacer y sé que todo el resto lo notó, sobre todo superior Jou, él cual cuidó mucho de mí y estoy profundamente agradecida de lo mucho que se esmeró. Sora también jugó un papel importante como soporte ya que representaba la voz de la razón en momentos en el que todos nos sentíamos perdidos o sin ganas de terminar nuestra travesía. Tk. y Karin eran las personas que me des estresaban ya que siempre me lleve muy bien con ellos, quizás puede sonar muy inmaduro de mi parte pero también eran capaces de dejar todo de lado y disfrutar, a pesar de la adversidad que nos rodeaba. Taichi era un líder nato y muy valiente, siempre admiré eso de él y lo sigo haciendo, a pesar que a veces me atemorizaban sus hazañas y causaban mucha preocupación al resto, siempre terminó demostrando que todo era posible con determinación y valor. Yamato también lo consideré como soporte ya que era increíble la madurez que tenía para cuidar a su hermano pequeño y al mismo tiempo mantener la calma en la mayoría de las situaciones que una persona normal no hubiera sido capaz de hacerlo. Koushiro, íbamos en la misma clase pero nunca habíamos cruzado más de dos palabras antes de nuestro viaje al Digimundo, tuvimos nuestros altercados al principio y a lo largo de él pero aprendimos a adaptarnos a nuestros genios tan diferentes y hasta siento a veces que nos hicimos dependientes de uno y el otro, ya que cuando toda nuestra aventura acabó fuimos capaces de mantener nuestra relación a distancia, la cual a pesar de todo siempre ha sido de amistad.
Cuando volvimos y terminamos nuestra travesía pasó un corto tiempo en el que seguí viviendo en Japón, hasta que llegó el día en el que mi papá me informó que nos iríamos a Norteamérica, sentí mucha pena cuando me lo dijo, de hecho no aguanté que brotaran lagrimas de mis ojos y llorara de manera desconsolada por una tarde entera encerrada en mi cuarto, hasta que tuve el valor de llamar a Sora para contarle que en dos semanas más dejaría de verlos por mucho tiempo. Como estábamos de vacaciones ya que nuestro "supuesto" campamento de verano lo pasamos en el Digimundo y el tiempo ahí era increíblemente menor al de nuestro mundo, nos quedaban por lo menos unas semanas para entrar a clases, pudimos pasar tiempo todos juntos antes que me fuera y eso me hizo muy feliz, creamos recuerdos juntos en los que no habían preocupaciones de por medio y fomentamos aún más nuestros lazos. Salimos de camping, fuimos al cine, fuimos al acuario, al parque de diversiones hasta una gran pijamada ya que extrañábamos el dormir todos juntos como solíamos hacerlos en nuestra aventura.
Esas dos semanas se hicieron increíblemente cortas pero también increíblemente maravillosas y memorables, y sirvieron para darme cuenta que a pesar de todos los problemas que en un futuros pudieran presentarse nuestra amistad sería para toda la vida.
Llegó el día en el que partiría con mi familia a Norteamérica y todos fueron a despedirme, trataba de sonar alegre ya que no podía dejar de sentirme agradecida, pero en mi interior lo único que deseaba era llorar y dejar salir esa maldita amargura que no podía evitar sentir al recordar que prácticamente toda mi vida daría un giro nuevamente. Ellos lucían felices y no dejaban de darme mensajes de apoyo y de que se comunicarían conmigo siempre, me hacían sentir complacida y más tranquila.
Nos dimos un gran abrazo grupal el cual me hubiese gustado que durara por siempre y me separé de ellos para aproximarme a la puerta de embarque y subirme finalmente al avión, cuando me alejé pude ver como algunos rostros empezaban a verse afligidos lo cual causo un efecto prácticamente automático en mí de contagio y las lágrimas brotaron al instante y sin contención alguna, agité fuertemente mis brazos en señal de despedida y ellos me respondieron de la misma manera. Sora me imitó y empezó a llorar pero tratando de disimular, al igual de Karin y Tk, hasta llegó el momento en el que dejé de verlos ya que entramos en la sala en donde nos llamarían para pasar al avión, en ese momento abracé a mí mamá quién me correspondió y me acarició la cabeza tratando de calmarme pero de manera muy sutil. El viaje fue largo pero al subir llorando no pude evitar quedarme dormida hasta llegar a nuestro destino.
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Conociéndonos
RomanceTe conozco hace años, el lazo que nos une es especial, pero aún no entiendo porque no hemos hecho nada para que se fortalezca y nos una más.