Comienzo de las vacaciones.

497 29 19
                                    

Hoy amanecí nerviosa, publicarían los resultados de los exámenes que habíamos hecho la semana pasada. No tenía idea de como me había ido y no había querido ni pensarlo ni imaginarlo, solo quiero dejar tranquilos a mis papas y a Taichi que no ha parado de insistir que me había ido bien por lo menos en historia.

Taichi, después de lo que pasó entre nosotros no había tenido tiempo para estar a solas ya que las pruebas empezaron y no teníamos tiempo para nada, además Koushiro volvió de su viaje de negocios y lo ayudé a nivelarse aunque no le costó nada. Fue la semana más rápida de mí vida pero lo mejor es que después de saber los resultados este fin de semana nos iríamos de campamentos durante el fin de semana y el solo pensarlo me emocionaba, iríamos todos incluyendo Taichi, en ese momento no pude evitar sentir rubor en mis mejillas las cuales preferí cubrir ya que iba caminando a clases y alguien podría verme.

- ¿Para qué te pones nerviosa si te fue bien? - preguntó alguien detrás mío al mismo tiempo que se apoyaba en mi cabeza de forma muy pesada.

- No puedo evitarlo, son mis primeras pruebas acá - respondí bajando la cabeza, en ese momento alguien me lo saca de encima.

- Hermano!, no la molestes tan temprano, por último podrías tranquilizarla y calmar sus nervios-

- Esta bien! - respondió Taichi levantando sus manos en muestra de disculpas para después acariciar mi cabeza como si fuese un cachorro lo que más que un efecto tranquilizador me causó más irritación.

- Taichi! - esta vez yo grité y él sólo se puso a reír agarrándose el estómago.

Nosotras sólo lo miramos con desaprobación pero no pudimos evitar unirnos a él. Conversamos el resto del camino de los preparativos del campamento lo que me ayudó a sacarme de la cabeza los malditos resultados, los tres estábamos emocionados con todo el asunto, el papá de Yamato y T.K. nos prestaría la van, mañana temprano iríamos todos a comprar la comida y después directamente partiríamos a nuestro destino que quedaba a unas dos horas de nuestra ciudad.

Nos despedimos al llegar, en el camino me encontré a Koushiro el cual iba tan calmado y concentrado como siempre a lo que le quité el celular en el cuál estaba completamente absorto, ya no se enfadaba cuando hacía eso, tan solo lo tenía aceptado que yo lo hacía cuando quería tener su atención y él solamente se rendía ante mí, me causaba mucha gracia.

- Buenos días Mimi - me contestó sonriente.

- Buenos días!! - le respondí alegremente al mismo tiempo que le devolvía su celular con sumo cuidado. - ¿Preocupado? -No pude evitar preguntar.

- ¿Por qué? - cuestionó extrañado.

- Dah!, por los resultados, ¿por qué más? -

- Nunca me ha preocupado - respondió sin darle importancia. - Tú tampoco deberías preocuparte, te fue bien, además los colegios de América según leí hace un tiempo tienen un nivel muy parecido a los nuestros, y tú estabas en uno privado así que es aún mejor.- agregó mirándome alegremente, ese comentario aparte de sorprenderme creo que fue lo único que realmente logró tranquilizarme. Solo pude corresponder su sonrisa y mirar hacia adelante dando un gran suspiro de paz.

Llegó el momento, contuve mi respiración, me pasaron el famoso papel el cual puse boca abajo sobre la mesa, cerré mis ojos y esperé unos minutos mientras escuchaba las reacciones de mis otros compañeros, algunos sonaban felices, otros muy tristes y desolados. Empecé a respirar profundamente, bajé mi mirada abrí mis ojos y contemplé el papel que yacía sobre la mesa sin ganas aún de darlo vuelta, es gracioso porque nunca me había ocurrido esta situación cuando me entregaban las notas siempre le restaba importancia, si me iba mal pensaba, " será para la otra" y si me iba bien mi emoción al respecto duraba unos segundos, ¿por qué ahora será diferente?, y en ese momento la imagen de Taichi sonriéndome de manera despreocupada apareció, ¿será él?, y empecé a sacudir de manera repetida mi cabeza para sacarme esa idea de mi cabeza y levanté el papel para darlo vuelta y ahí estaban, mis calificaciones, todas estaban sobre el 80% ... historia 95%. Lo único que pude sentir fue un alivio enorme, no quiero que piense que soy una tonta... espera?, que pensamiento ha pasado por mi cabeza?, en serio pensé eso?, por eso me he armado tanto problema?. No pude evitar de tener una expresión de perplejidad sin poder apartar la vista de los resultados.

-¿Estás bien?- Koushiro me sacó de mis pensamientos. - ¿Cómo te ha ido?- Lo miré y no salió ninguna palabra.- ¿Puedo verlas?- sin problemas le pase el papel el cual al ver soltó una una expresión de satisfacción.- ¿Ves que no tenías porque preocuparte?- dándome unas palmadas en la espalda.

-Es verdad- solo pude responder, en ese momento sonó el timbre de salida. Me quedé sentada mirando la ventana, le dije a Koushiro que se fuese sin mí.

Nunca antes me había sentido así de dependiente hacía alguien que no fuese mi familia, preocupada de la impresión que alguien pueda sentir por mí?, seguí mirando la ventana el sol se estaba escondiendo y le dio un tono naranjo a toda la sala, quizás le estoy dando demasiada importancia, pero de verdad no podía evitar algo de incertidumbre porque era algo nuevo para mí, significa que Taichi ... me gusta?.

-¡¿Qué haces aquí?!- al mismo tiempo que la puerta se abría de un portazo, lo cual me sacó de manera abrupta de la maldita idea que se me había formulado y no sé porque pero al voltear mi vista y verlo no me salieron palabras de reproche, y usé toda mi capacidad de control para ocultar de lo que me había dado cuenta antes que él apareciese.

-¿Tú que haces aquí?- le respondí con una sonrisa. Parecía algo perplejo por mi reacción lo que me causó gracia, me levanté y me acerqué a él entregándole el famoso papel, lo miró y su alegría al verlo hizo que me sintiera más feliz pero al mismo tiempo algo de frustración, no quiero que mi tranquilidad dependa de alguien.

-Te lo dije- me respondió mirándome.

-Lo sé, gracias por la ayuda!- abrazándolo, él lo correspondió y sentí aún más felicidad, que diablos estoy haciendo?, no me soltaba y no quería que lo hiciese, cerré mis ojos y me dediqué a disfrutarlo. Pasaron unos segundos, siguieron pasando y ninguno de los dos se movía.

Él se empezó a mover, pero en ningún momento sacó sus brazos que estaban rodeándome, sólo alejó su rostro y me miró fijamente, vi sus ojos como me escrutaban sin piedad, su rostro era inexpresivo y nunca en mí vida me había sentido tan nerviosa como en ese momento, empecé a intentar articular alguna palabra y cuando se dio cuenta me calló acortando la distancia que había entre nosotros.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El sonido de la alarma causó que mis ojos se abrieran de golpe. Fue un sueño?, en serio lo hice?, lo único que quiero en este preciso momento es volver al día de ayer y hacerlo nuevamente, o hacerlo hoy, jamás pensé que al fin me atrevería y que se dejaría, fue tan mágico, irreal, aún no logro asimilarlo.

Desde que volvió no he podido sacármela por completo de mi cabeza y los momentos que pasamos y que nunca se habían dado antes, tal vez porque aún no era nuestro momento pero ahora lo único que deseo es estar a su lado y hacerla más feliz de lo que ya sé que es en este momento si es posible porque ella me hace muy feliz a mí.

Me levanté de un salto, me bañe y fui a levantar a Karin, que algo sorprendida se levantó y tomó desayuno conmigo sin preguntarme absolutamente nada.

Dejamos el equipaje preparado ayer así que salimos temprano de la casa al punto de encuentro, iríamos a buscar a Mimi para irnos juntos, sentía una combinación de emociones, iban desde miedo, nervios, ansiedad y felicidad.

Al llegar a su puerta Karin tocó el timbre, los segundos que pasaron desde que escuchamos el grito de su madre avisando que ya iba hasta que sentí la manilla de la puerta abrirse se hicieron eternos. Entonces ocurrió, la puerta se empezó a abrir y ella apareció tan radiante como siempre pero con una expresión media nerviosa lo cual me causó algo de gracia.

No pude evitar mirarla mientras salía del departamento, saludaba animosamente a Karin y se volteó hacía mí y me miró sonrientemente nerviosa y nos quedamos así unos segundos que a mi por lo menos me hubiese gustado que duraran una eternidad.

ConociéndonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora