Dios que frio, suspire y vi como el vapor salia de mi boca. Ráfagas de viento corrían cada 2 minutos haciéndome temblar, necesitaba llegar al edificio. Tratando de apresurar mis pasos y fallando en el intento, mis piernas estaban congelándose haciéndome el trabajo más difícil. Estaba tan solo a unas cinco calles y parecía como si no me moviera en lo absoluto. Diez minutos después entre al pequeño edificio, salude a varios chicos que se encontraban y me senté. Abrí el estuche de mi guitarra y rápidamente la coloque sobre mis piernas.
"Hola, Rodolfo". Mire a Johan que me sonreía tratando de no reír, lo mire confundida y toco la punta de su nariz. Saqué mi teléfono para después colocar la cámara frontal, mire y mi nariz y ahí estaba, roja como Rodolfo. Reí y le saque el dedo de en medio a Johan quien enseguida río conmigo.
"Hola chicos, por favor todos a sus instrumentos". Hablo Carlos, el profesor, más que profesor era un amigo para todos nosotros.
Toda la habitación se encontraba en silencio, en sus respectivos lugares, dejando hablar a Carlos.
"Este año tengo planeando algo divertido, lo pensé seriamente y... Redoble de tambores". Apuntó al chico de la batería, Ashton se llamaba, era alguien muy silencioso y algo en él era misterioso, normalmente vestía de negro (un color que por su tez casi pálida) le favorecía. Tenía unos bonitos ojos color avellana los cuales podías mirar todo el rato, su cabello era castaño bastante claro, podía decirse que eran rara las veces que sonreía o reía y siempre me preguntaba el porque.
¿Por qué no le sonreía a la vida? ¿Por qué siempre se mantenía en silencio?
Hizo lo que le indicó el profesor, su mirada la tenía concentrada en la batería, mis ojos no podían despegarse del chico, el movimiento que hacía con las baquetas, tan... Natural. Desvíe la mirada cuando mis ojos se conectaron con los suyos, cliché.
Negué y preste atención a lo que decía.
"Van a formar equipos de dos, tendrán un mes para escribir una canción y tocarla aquí, la pareja ganadora podrá tocarla en vivo en el teatro 'Malibú' en dónde se presentarán jueces y algunas disqueras. ¿Que les parece?".
Todos hablaban al mismo tiempo, otros asentían repetidas veces, la idea sonaba interesante a decir verdad. Junte mis labios y mire al baterista, parecía estar en otro mundo y sonreí ante la tonta idea de hacer equipo con Ashton.
"Bueno, chicos, ¿que les parece si la próxima semana me dicen con quien trabajarán y ahora tocamos un poco la canción de las partituras que les di?".
Cuando terminó la clase todos se levantaron (incluyéndome), guarde la guitarra en su estuche y salí despidiéndome de los que se encontraban a mi alrededor. El día seguía nublado y con un aire de los mil demonios, coloque mi estuche como una mochila y la colgué sobre mi hombro. Caminaba por la acera con mis manos pegadas a la boca para calentarlas un poco, escuche como corrían hacia mi dirección y seguí caminando sin tomarle importancia.
"Hey Arlene". Gritó un chico, gire un poco confundida sin saber quien era. Me sorprendí bastante al ver un chico con chamarra de cuero y dos baquetas en una de sus manos llegando hasta mi. "Toma, lo tiraste antes de irte, no creo que quieras quedarte sin plumilla durante dos días". Soltó una pequeña carcajada.
Por fin escuchaba su voz, por fin escuchaba su risa.
Sonreí y tome la plumilla color violeta de su mano. "Gracias por pensar en ello Ashton".
"Uhmm, bueno, creo que me voy. Nos vemos el viernes".
Cambio repentino de humor detected. Asentí levemente y me despedí de él con un gesto pero era demasiado tarde, el castaño ya estaba caminando por donde había venido.