El camión militar se desplazaba con firmeza, sus neumáticos suspendiendo la tierra en el aire tras pasar. La nubosa aridez que dejaba a su paso contaba la historia de un camino que probablemente vivió mejores días. Entre cajas de madera yacía el niño durmiendo. Una figura traspuesta que resaltaba por su pequeñez ante los contenedores. El viaje onírico de su mente le mostraba el agua perderse al lavarse las manos. Fuera de lo cotidiano, la cañería emitía un sediento ruido al expandir su diámetro de forma extraña. El joven podía ver las profundidades oscuras del mundo subterráneo, y poco a poco este lo absorbió. Se deslizó por el tubo espectral sin reparo ni fricción que lo oponga. Un vértigo cegador inundaba su cuerpo. Tras lo que pareció ser una eternidad, despertó, gracias a un movimiento brusco del camión al llegar a destino. Aun así, momentos antes creyó escapar de aquella pesadilla cíclica.
El cabo George Hertz abandonó su puesto como conductor al llegar a la base. Un campamento de numerosas carpas se extendía frente a él, parecía respirar al moverse por los repentinos golpes de viento seco. El puesto 63M o también "El Oasis Occidental" era conocido globalmente, tanto por su dimensión como por la alta tecnología que poseía. Análogamente a las constantes corrientes de aire, los últimos años habían sido ásperos para el cabo. Su familia parecía existir en otro plano de la realidad, sustituida por un flujo constante de nostalgia. Por otra parte, la ocupación de territorio que el gobierno estadounidense, y por ende él, estaban haciendo carecía del sentido promedio de una misión. Esto no lo sorprendía, el ecosistema político pendía de un hilo, y todos parecían ser pasos en falso. Él sabía, dentro suyo, que los últimos años transformaron el mundo en esto.
Camino a la carpa con refrigerios se encontró con un compañero del pasado.
-¡Emmet! -Exclamó George mientras hacía gestos con los brazos-. No te veo desde Asia en 2004, qué... Emmet Stravinski caminaba velozmente hacia él. Se desplazaba por el terreno con una furia y desesperación palpable que silenció la situación por completo. En un intercambio de miradas Stravinski llamó a su compañero Hertz para que lo acompañara a una carpa, con discreción y precisión propia de militares con experiencia.
Una vez dentro dijo -¿Está el paquete con nosotros? -mientras le quitaba el envoltorio a una pequeña barra de cereal cubierta con chocolate.
-El pequeño, ¿verdad? -Afirmó inútilmente Hertz-. Logramos extraer a Fenicio sin problemas del lugar en el que había sido apostado. Está más que claro que no sirvió. El "viaje"... -dijo dibujando comillas en el aire- ...suele traer complicaciones. En este caso pérdida de la memoria. Eso sin contar la dificultad para comunicarse -finalizó Hertz.
Tras una mirada crítica y un suspiro de alivio Emmet se compuso. Antes de despedirse dejó a su amigo a cargo del pequeño Fenicio.
-La extracción debería ser en los próximos días, caso contrario habría que deshacernos de él -mencionó al retirarse, destrozando el dulce con exagerados movimientos maxilares.
Fenicio intentaba acostumbrarse a los rayos del sol de la mañana rayando sus pupilas. Saltó por sobre la barandilla metálica del cajón del camión y aterrizó en el suelo muerto. Hace meses que se encontraba en ese lugar. No sabía específicamente dónde, pero las náuseas eran inconfundibles. Si hubiese podido, el pequeño habría sido capaz de afirmar que todos los lugares eran así, ya que había sido trasladado reiteradas veces en los últimos meses. Los días parecían llover por delante de él como una tormenta de balas, y los segundos se congelaban por semanas. Como si no fuese suficiente, la verdadera dificultad era no poder comunicarse en su idioma natal, el cual olvidaba a velocidades vertiginosas. El tiempo profundizaba su desamparo. El miedo y lo desconocido lo llevaba a recluirse a una esquina, preferentemente sombreada. Algunas veces tenía la suerte de ser bienvenido en una carpa. Se mantenía sentado ahí por horas jugando con su petaca de acero. A veces repleta con agua, y como es común en el desierto, a veces no.
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Dimension: Short Stories
SonstigesThis compilation gathers around voices that traverse the mysterious universe of Dimension's novels, which are yet to be published. Este compilado de cuentos tiene el propósito de expandir las voces que atraviesan el universo de Dimension, una novela...