Solo yo

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Todas las mañanas a la misma hora salía de mi casa, tomaba mi bicicleta y mi cámara e iba a todos los lugares que se me pudieran ocurrir, a los que me gustaban volvía una o mas veces, al igual que les tomaba foto a las cosas y personas que hacian especial ese lugar según mi perspectiva.
Cada dos semanas iba al mercado cerca de mi casa, ya que yo no era una persona a la que veías gastar mucho dinero y tiempo en esas cosas, casi no me encontraba en mi casa porque salía todos los días y llegaba a altas horas de la noche, así que le pedía a una vecina de confianza que cuidará mi casa al igual que hacer la limpieza, obviamente le pagaba por sus servicios aunque muchas veces no me aceptaba el dinero que le daba, es buena señora en realidad.
Salí como de costumbre de mi casa, salude a mi vecina y me fui en la bicicleta con mi cámara colgando sobre mi cuello, miré al cielo se veía diferente a comparación de otros días, le saqué una foto y me retiré. Llegue a un lugar llamado "Heathen Ville" era el lugar más hermoso y colorido que jamas había visto, que con solo verlo te sentías seguro y en casa, ese lugar tenia algo especial y no solo eran sus edificios o sus flores, eran las personas que hacían que todo se viera tranquilo y cómodo pero una resaltaba más que todas, al instante me cautivó su rostro, sus ojos color celeste tal como el cielo que admiré al salir de mi casa está mañana.
Era una chica muy sola, al menos es lo que aparentaba, se encontraba sentada en una banca del parque con un cuaderno de dibujo, la luz le daba perfectamente, no pude evitarlo y le tome una foto, ella lo notó y se dirigió hacia mi, por primera vez sentia calor, estaba sonrojado.
Se paró enfrenté de mi y me sonrió , se veia aun mas hermosa, platicamos bastante, aunque noté varias miradas hacia nosotros pero no me importaba, su voz era hermosa podía escucharla todo el día pero hasta que se pudo contemplar la luna sobre el firmamento, me ví obligado a dejarla para regresar a mi hogar.
Prometí volver el siguiente día para verla y hablar con ella y así fue, el siguiente día fui con ella, despues el siguiente y así fue por toda una semana.
Me la pasaba increíble con ella, me gustaba platicar de cosas sin sentidos por que en su compañia nada me importaba, todos los momentos que pasaba con ella eran inolvidables. No conocía mucho de ella pero sabía que era mi otra mitad. Al siguiente día, cuando fui a verla al mismo lugar de siempre, la banca del parque, no la encontré me altere al pensar que algo le había pasado, no quería creer ninguna de mis historias que me habia formulado en mi cabeza.
Consulté a toda persona con la que me encontraba en el camino, pero ninguna me pudo dar información acerca de ella, solo una pero no fue la clase de información que me hubiera gustado saber. -Ella, ella no existe, la persona con la que hablas todas las tardes en el parque, no existe, pero nadie te dijo algo por temor a tu reacción. - me dijo el señor al que le pregunté. No lo podía creer, eso era mentira ella si existía, y yo lo sabía, y lo podía demostrar con la foto que le tomé el primer día que la conocí, la busqué en mi cámara, y cuando la encontré solo vi una banca vacía.
Todo fue una mentira, ela no existió, de repente mi rostro se llenó de lagrimas, pude sentir mis lagrimas caer una por una, pero entonces. ¿Con quien hablaba? ¿Con quien pase todos esos momentos? Conmigo mismo. Siempre fui yo, nadie más que yo y mi soledad.

Muerte Y SoledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora