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''De todos los animales el hombre es el único que es cruel. Es el único que causa dolor por el placer de hacerlo''. –Anthony Froude.

(Brooke)

El ambiente era extraño, el aire estaba lleno de tristeza y desesperación, las personas tenían el rostro cargado de nostalgia y preocupación, según me iba acercando al ataúd las personas me daban sus condolencias y yo solo asentía en respuesta sin rastro de tristeza alguna.

Al llegar a los pies del ataúd mire dentro y vi el rostro azulado y sin vida del que se hacía llamar mi padre, y una lagrima solitaria se escapó al confirmar con mis propios ojos que había muerto. Algunas personas tal vez pensaron que eran de tristeza, pero era todo lo contrario, eran lágrimas de alegría, y pensar que todo acabo, que al fin podré tener todo lo que alguna vez quise ''PAZ''. Tuve que usar todas mis fuerzas para contenerme de no reír, bailar o gritar de alegría.

Eche un último vistazo y me marche, no sin antes escupirle en la cara y decirle te odio a mi padre muerto. Y corrí, no pude evitar imaginar la expresión de las personas que estaban presentes, pero seguí corriendo fuera del cementerio, escuche varias voces llamándome, pero no hice caso y corrí sin rumbo, pero corrí, lo más rápido que pude, como alma que lleva el diablo corrí como si mi vida dependiera de ello.

Sentía el aire escapándose de mis pulmones, mi pecho ardiendo, y mi garganta y boca secas, pero seguí corriendo, sin mirar atrás. Hasta que de algún modo mis pies se detuvieron sin que mi cerebro lo ordenara, supongo que ya no podían más. Puse mis manos sobre mis rodillas, jadeante, y respirando como si el aire se fuese a extinguir.

Luego de recuperar el aire y calmarme un poco, me dispuse a ver hacia donde me habían llevado mis pies, abrí los ojos sorprendida de encontrarme en un parque de diversiones. No sé por qué, como, ni por donde, pero aquí estoy, y ya que estoy aquí ¿Por qué no aprovechamos?

Últimamente he pensado que cuando tienes una oportunidad debes aprovecharla porque no sabes si se vuelva a presentar, y yo no sé cuándo será la próxima vez que vaya a un parque de diversiones, realmente no sé qué pasara conmigo ahora, no tengo donde ir, excepto mi supuesta casa, pero aun así ya no viviré más ahí, el gobierno me obligaría a vivir con una trabajadora social (algo así como una niñera pagada por el gobierno) ya que soy menor de edad, en lo que encuentran a algún familiar que desee cuidar de mi hasta que sea mayor. Pero aunque me busquen una compañía siempre estaré sola, ese es mi castigo, mi maldición.

Yo solo quiero disfrutar el momento mientras me encuentran, es irónico pensar que el parque de diversiones es el último lugar que revisarían y se supone que como soy una ''niña'' es el primer lugar al que iría.

Mire hacia arriba para ver en qué parque me encontraba y estoy muy agradecida con mis pies, en serio muy agradecida por traerme al NICKELODEON STREAK. Me encanta este parque de diversiones, revise mis bolsillos a ver cuánto dinero traía, resulta que traigo dinero suficiente para la entrada, algunas atracciones y para comer y beber algo después.

Sin darle más vueltas al asunto fui hacia la entrada, pague y me dirigí a la atracción más grande, era una montaña rusa, talvez no es tan grande pero es la más llamativa, era gigante y color naranja, subía y bajaba en algunas partes y en otras doblaba.

Me dirigí a la fila y espere mi turno, luego me subí y mientras daba vueltas, subía, bajaba y doblaba recordé la última vez que me subí en una montaña rusa.

Para ese entonces tenía 8, era el cumpleaños de mi amiga Sara y su mamá nos llevó a ella y a mí a un parque de diversiones, no pude ver bien de cual se trataba, ya que al entrar me fije más en las atracciones que en el nombre del parque. Recuerdo que para que me dejaran ir, la mama de Sara tuvo que hablar con mi padre, yo tenía miedo de decirle algo porque siempre estaba borracho y agresivo, la mamá de Sara sentía más miedo que yo, pero supongo que sintió pena por mí y se armó de valor para enfrentarlo. Todas soltamos un suspiro de alivio cuando escuchamos la respuesta de mi padre ''quédesela si quiere y si se pierde será mucho mejor'', al principio no le di muchas vueltas al asunto, pero después esas palabras me dolían, al darme cuenta de que mi padre realmente no me quería, nadie me quería.

BrookeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora