"La vida son decisiones, algunas que lamentamos y otras con las que nos sentimos orgullosos. Somos lo que elegimos ser."-Graham Brown.
(Tyler) 7 meses después.
Me quede mirando fijamente como aquel árbol se balanceaba, movía sus ramas y con ellas sus hojas, me quede mirando un nido de pájaros que había casi en la cima del árbol, los padres de aquellos polluelos iban y venían trayendo comida para sus hijitos, y se turnaban para quedarse a cuidar de ellos mientras uno buscaba comida.
Mire hacia un lado, había unos niños pequeños jugando y corriendo para todos lados, unos niños que aún no se llegaban a imaginar la crueldad del mundo ni la vida que les esperaba, para ellos todo era un juego. Reían, corrían, se caían, lloraban, se levantaban y seguían jugando como si nada hubiese pasado, como si no se hubiesen caído segundos atrás.
Fije mi vista al frente y visualicé una pareja de ancianos que iban agarrados de la mano. Se complementaban el uno al otro como dos piezas de un rompe cabezas, como dos mitades exactas, se entendían y se veía ese brillo en sus ojos que indicaba que se amaban y que habían elegido bien con quien pasar el resto de su vida.
Llevo una botella de cerveza en la mano, comencé a tomar desde temprano, siempre es lo mismo cuando llega esta fecha. Me emborracho solo para olvidar este día y para que cuando esté consciente de nuevo sea otro día, soy un cobarde, pero si no lo hago entonces comienzo a recordar.
Me levante de la banca y me dispuse a seguir bebiendo en mi casa, tome el camino de la derecha que es el que lleva a mi auto, abrí la puerta del piloto y entre, al entrar encontré una botella de whisky y me la fui tomando en lo que iba llegando a mi casa. Si, estaba manejando casi borracho, pero me importa una mierda.
Llegue a mi casa sano, salvo y sin problemas con la policía, cuando entre estaba vacía (más de lo habitual) como siempre, fui a la cocina, abrí la nevera y saque dos botellas de vodka, una de whisky y otra de tequila y subí a mi habitación.
Talvez si fuese otra persona, diría que estoy loco o que tengo serios problemas con el alcohol, pero como me conozco bien no creo estarlo, solo es mi forma de afrontarlo. Talvez sea algo estúpida porque causa más daño que bien, pero el alcohol ahoga las penas ¿no? Y eso es justo lo quiero hacer, ahogar mis penas.
No sé cuándo, ni como, ni donde me dormí, pero con lo borracho que estaba ya ni sabía distinguir una migaja de una hormiga, Me desperté desorientado y con un fuerte estruendo no tengo ni idea de que es y no quiero saberlo ni me importa solo quiero dormir, pero parece que el mundo está contra mí porque sonó otra vez y solté un gruñido, no me quería parar de mi hermosa cama.
Y volvió a sonar hasta que finalmente me levante lo cual fue un error porque me dio un mareo muy fuerte por el dolor de cabeza que tenía debido a la resaca, me acosté de nuevo y me levante lentamente como si estuviera en cámara lenta, mire a mi alrededor y no vi nada Salí de mi habitación y fui al pasillo tampoco vi nada, pero escuche voces de la planta baja, así que entre a mi habitación y tome un bate, baje a la planta baja y me dirigí hacia donde provenían las voces, estaban en la cocina, pero por alguna razón esas voces se me hacían conocidas. Cuando entro en la cocina me preparo para darle una paliza a alguien hasta que me encuentro con dos pares de ojos, que me miran inocentes como si no hubiesen hecho nada.
-oh, genial, no sé cómo entraron, pero ¡¿Qué diablos hacen aquí?!-dije cabreado-¡me dieron un puto susto, casi los mato!-lo cierto es que no me molestaba que vinieran así, ya estoy acostumbrado. Ellos casi viven aquí.
-ves te lo dije Dylan no desviste dejar caer los platos al suelo-dijo Dylan mirando a su gemelo James. Los dos son casi idénticos, tienen el pelo castaño claro, ojos verdes y piel pálida, lo único es que uno es unos centímetros más alto que el otro, pero no se nota. La verdad al principio siempre los confundía, pero al juntarte con ellos todos los días aprendes a diferenciarlos.
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Brooke
Teen FictionPRÓLOGO. La luz de luna se colaba por las cortinas opacas, negras azabache como la noche misma, el manto de oscuridad cubría la ciudad creando consigo la inseguridad y el miedo, los monstruos salían a relucir acompañados del dulce viento que arrast...