Era una mañana fría iba caminando por la calle camino a un café que estaba a unas dos cuadras de mi departamento, todo mundo hablaba de la invasión repentina pero ya esperada a Polonia de la insolente Alemania de Hitler, la verdad cuando me enteré que le declararíamos la guerra, vi la oportunidad de al fin cumplir mi sueño como piloto de la RAF (Royal Air Force) amaba los aviones, mi padre fue piloto en la gran guerra hace 23 años, nací mientras él sobrevolaba los campos batallando contra los mejores pilotos alemanes por los aires de Francia.
Entré al café y pedí lo de siempre un Expreso de vainilla, leí un poco el periódico, eran los mismos encabezados aburridos de siempre, sólo hablando de hostilidades políticas y al fin de un movimiento militar importante, siempre quise experimentar la guerra -era joven ya saben, a esta edad todo parece muy fácil-
-¿Te enlistarás? Dijo una voz femenina algo impertinente pero segura.
-¿Disculpa? Dije, cerrando el periódico a la vez que volteaba a mirar la fuente de esa voz.
-Sí, para acabar con esos alemanes necesitaremos más hombres y menos discursos.
... (Me quedé perdido en esos ojos y esa sonrisa que parecían que el mismo Dios los había diseñado para mí.)
-Tengo algo en la cara o ¿qué?
-Ah no, disculpa es que recordé algo... sí, claro que me enlistaré, seré piloto.
-Suerte, combatirás a la Luftwaffe (Fuerza aérea alemana) prácticamente tú sólo, los pilotos son escasos, con suerte los americanos enviarán una docena de pilotos .
-... (De verdad estaba tan perdido en ese rostro que mi tiempo de reacción era de unos 5 segundos que parecían unas 3 horas.)... ah sí, para empezar ¿cómo sabes tanto de la fuerza aérea y los alemanes?¿ni siquiera eres de por aquí cierto?
-No, vine aquí por mi padre, es Capitán de la RAF en este sector.
-Vaya eso explica todo... Dime ¿cómo te llamas? Soy Daniel Gauss, mucho gusto.
-Me llamo Paulie Garpe encantada.¡debo irme!
Dijo algo apresurada después de ver su reloj. Y así como así, salió corriendo del café. Era extraño que saliera así corriendo y pues yo creía que los ángeles volaban.Dieron las 12:00 y yo seguía leyendo el periódico, tomando ese café que no se que tenía pero me sabía a gloria, me quedé pensando en aquella chica de cabello café y ojos hermosos que apareció de la nada, de verdad me intrigó mucho, quería saber más de ella, conocerla, y tal vez un día tener algo con ella -sé que suena absurdo hacer planes con una chica que ni si quiera conocía bien, pero, ¡vaya! Era tremendamente hermosa y esa seguridad que tenía al hablar, incluso al caminar y esa mirada que seducía eran imposibles de olvidar-
Me puse a pensar en donde podría encontrarla, me dijo que era hija del mariscal de zona pero obviamente no iba a enlistarme y de la nada, preguntarle al oficial de mayor rango en el sector por su hija, ¡demonios!, esa ansiedad que estaba produciéndome aquella chica jamás la había sentido.Me decidí, tenía que encontrarla, vivía solo y acababa de cumplir la mayoría de edad, toda mi familia había emigrado a Norte América, prácticamente no tenía nada que perder, busqué en todos los directorios que pude y no había ninguna Paulie Garpe, y de su residencia no tenía ni la menor idea, ni siquiera de qué pueblo venía. Pero... Nunca pierdo la esperanza siempre creo que hay una forma; bueno en este caso la única forma era enlistarme en la RAF, no podía buscarla en Londres, esta ciudad era demasiado grande.
Acudí al centro de reclutamiento que estaba en el centro, entré y estaba ahí un suboficial en la recepción.
-Buen día, quisiera enlistarme como piloto ¿qué necesito llenar?
-Buen día, perfecto en estos días necesitamos más como tú, hijo, sólo llena este formulario y después te haremos unos análisis médico y procederé con tu asignamiento a un aeródromo para tu entrenamiento.
-¡Seguro! Dije con un entusiasmo muy peculiar, como para haberme enlistado en el nacimiento de un nuevo enfrentamiento.Entonces el suboficial se levanto y se metió a una puerta, fue ahí cuando escuché esa voz viniendo de la puerta que señalaba sólo personal autorizado: