Teach me how to be romantic 》n.h (EDITANDO)

CAPÍTULO 10

-Bueno, porque una carta la podemos escribir en cualquier sitio- dije

-¡Pero aquí estaríamos mas cómodos!, y no estarían ni Harry ni Marina molestándonos.

¡Ya sabes como se pone Harry cuando me acerco a ti!- protestó Niall.

- ¡Está bien! – dije cansada – apaga las luces, si hubiera sabido que te ponías tan pesado no aceptaba- dije enfadada.

-Tengo una profesora exigente – Niall me abrazó mientras nos poníamos el abrigo – Sorprendentemente me he convertido en un perfecto alumno - añadió.

-Sí, eres tonto ¿sabes? – dije riendo,- Él me abrazó nuevamente y se acercó sensualmente a mi oído.

-No tengo remedio, estoy enamorado- sentí que todo mi cuerpo perdía la fuerza, ¡Qué dulces y sensuales sonaban esas palabras de su boca! Pero no eran para mí, él no las decía por mi. Suspiré. Esto de ayudarlo sería lo más doloroso que viviría, si Niall no caía en mi trampa como pensaba.

Narra Niall:

Esa noche me fui a mi habitación.

Me puse el pijama y me acosté a dormir, quería estar solo, que nadie me molestase, debía pensar en lo que había pasado esta noche en la lavandería e intenté convencerme de que no había sucedido absolutamente nada, nada que alterara mis pensamientos.
Miré hacia la mesita de noche y ví uno de los libros. No sé por qué pero lo cogí y me lo leí entero, no era tan grueso, apenas tenía veinte poemas.

Eran buenos según mi opinión.

Y seguro que de aquí podía sacar algunas ideas para la carta de Amy invitándola a ir a la cita ¡Wow!

De repente me detuve a leer el último poema, el número 20…

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y, otra vez, con el ala a sus cristales

      jugando llamarán;

¡Waoo! ¡Que bonito!, pensé y Continué leyendo...

pero aquéllas que el vuelo refrenaban           

tu hermosura y mi dicha al contemplar,

aquéllas que aprendieron nuestros nombres...

      ésas... ¡no volverán!

¿Y por qué esas no volveran? ¡Ah! Ya lo entiendo... En el poema se supone que el autor ya no está con su amada... ¡Pero espera!, ¿Por qué leo esto si yo sigo con Amy?

  Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,            

y otra vez a la tarde, aun más hermosas,

      sus flores se abrirán;

pero aquéllas, cuajadas de rocío,

cuyas gotas mirábamos temblar

y caer, como lágrimas del día...               

      ésas... ¡no volverán!

Dios... es precioso pero a la vez     -¿Que hago leyendo esto?- me pregunté nuevamente.

¡Yo estoy con Amy!

Pero en el poema dice por así decirlo, que nunca más veremos el amanecer juntos.

  Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón, de su profundo sueño

      tal vez despertará;                      

¿Y esto? ¿Que puede significar? Que el amor... ¡Espera! ¿Por qué mierda estoy analizando este poema?

Tuve que parar de leer porque escuché a mis compañeros entrar a la habitación. Hice como si estuviese dormido y apagué la luz de la lámparita de noche.

A los pocos minutos, continué la lectura, ya que ellos se habían dormido.

Pero mudo y absorto y de rodillas,

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido..., desengáñate:

      ¡así no te querrán!

Dios... Pero ¿Como yo te he querido? Pero si yo sigo queriendo a Amy. Este poema no pega nada para la carta que le quiero escribir.

-Ay Amy- suspiré - ¡Te echo tanto de menos! Sólo así, leyendo estos poemas, puedo saber lo que te quiero.

Dejé a un lado el libro para taparme con la sábana y descansar. Apagué la lámpara y me quedé mirando el oscuro techo de mi habitación, pensando en todo lo que habia sucedido en el día

Entonces pensé en Sophie.

¡Dioos! ¡Su piel es tan suave! y tiene unos ojos ¡Waooo! me pierdo en ellos. La quiero tanto.

Espera Niall, tu no la quieres, es tu amiga y punto, pensé, tratando de convencerme a mí mismo.

Dios, si Harry me escuchase, pensé y reí para mi mismo, quedándome dormido con esa estúpida sonrisa en mi rostro.