Capitulo 23: Smerte

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Roberts nos pregunta los colores de cada traje, para luego hacer que su hijo vaya por los implementos y comenzar lo antes posible su trabajo, mientras el busca tijeras y agujas de diferentes tamaños en un cajón, nos mide a cada uno, cuando está midiendo a Quinn, suena la campanilla de la puerta y todos miramos en su dirección menos Roberts que está ensimismado haciendo notas en un libro viejo, un joven de cabello dorado, ojos verde claro esmeralda casi transparentes, sus ropas son blancas ligeras y botas marrón, Stefan lo recibe en la puerta y camina junto a el:

_ Bienvenido joven, soy Stefan, ¿puedo ayudarle?_ dice.

_ Buenos días, soy Perth, me dijeron que debía reunirme aquí con Cedric_ dice un poco tímido

Camino hacia Perth y le estrecho la mano:

_ Perth, soy Cedric, capitán del grito de libertad, me dijeron que eras un muy buen músico_ digo sonriéndole al chico delgaducho que tengo al frente mío.

_Gracias, mi padre me enseño todo lo que se_ dice muy seguro mientras mira a los demás.

Cuando termino de presentarles a los demás a Perth, Roberts sonríe:

_Listo caballeros en dos días estarán listos sus vestidos y trajes_

_Gracias Roberts, aquí estaremos_ digo mientras abro la puerta para salir.

Llegando al puerto vemos como Bricio y Fergal les enseñan a los demás como pelear desarmados, es divertido ver como solo uno puede contra cinco sin mucho esfuerzo, cuando el sol se esconde, informo a la tripulación que pueden pasar la noche en la taberna o en el barco donde más cómodos se encuentren, la gran mayoría se dirige hacia la taberna, diciendo que de tanto tomar esta noche no podrán levantarse al día siguiente, el resto decide acampar en la playa junto a una gran fogata, Perth tiene una gran facilidad para hacer amigos, ya era capaz de hablar con Niall como si fueran viejos amigos, además, podía beber más que bricio sin emborracharse, no pude aguantarme la risa al ver como el gigante cayó de espaldas a la arena después de tomarse casi medio barril de ron y el chiquillo aún seguía en pie, Galban lo miraba con cierta... empatía, por así decirlo.

Al siguiente día todos se presentaron con una gran resaca, la capitana Idris me informa que se están quedando sin víveres y que irán a un puerto que estaba a un día de donde estamos y compraran raciones para varios días, después de comunicarme lo que haría se marchó. Enya, Dagnir y Éire se quedaron con nosotros.

Fuimos a la herrería para comprar municiones, armas y un ancla nueva, la del barco estaba desgastada, vieja y oxidada.

Pasaron los días, Idris llega al atardecer mientras junto a la tripulación comíamos pescado fresco junto a las fogatas, me ofrece una manzana roja, la cual acepto sin decir palabra, al terminar de contarme como le fue en el puerto comerciante nos dirigimos a la sastrería, al abrir la puerta la característica campanilla suena y Stefan nos recibe con su siempre amable sonrisa:

_ Buenas noches caballeros y señoritas, los esperábamos ansiosos_

Roberts se acerca con un traje y lo deja en el mesón mientras va a buscar el resto, todos los trajes están perfectos, nunca en mi vida creí que fuera a poseer ropas de tal calidad:

_ ¿Cuánto es Roberts? Por cierto es un exquisito trabajo el de ustedes_

_ Gracias Cedric, normalmente con todos esos materiales y el trabajo, el total serian 50 piezas de oro, pero nos ayudaste y te lo dejare en mitad_

_No amigo, son 50 piezas_ digo mientras pongo dos bolsas con 30 piezas de oro cada una.

Roberts intenta devolver las diez piezas sobrantes, pero no las acepto:

bandera negra a lo lejosWhere stories live. Discover now