Sabes que tienes un problema cuando te mudas y tu vecino es el guapo Donald Trump.
Y sabes que tienes dos problemas cuando este es el capitán del equipo de fútbol de tu mismo instituto.
Pasé toda la semana en busca de Trumpi pero no pude encontrarlo en ninguna parte, ser de último año y ser capitán del equipo de fútbol lo debía mantener ocupado.
Ya era sábado y no podía dejar un día más al pobre sin su diario, así que me encaminé a su casa y toqué el timbre.
-¡DONITO, ABRA LA PUERTA QUE ESTOY PELANDO CEBOLLAS PAL ALMUERZO!- -¡Ya voy!- Escucho como pasos se acercan hacia la puerta y esta se abre.
-¿Qué quieres?- Sale de su casa y Junta la puerta- ¿No te dije que no me hablaras, negrita?- -Hola- -Habla...-Su naranjés comenzó a empeorar. -Okay, pero no te enojes. El otro día en tu vestidor olvidaste algo.- Saco el diario de mi bolso- Tu diario- -WRONG- -¿Qué?- -Es una bitácora, genio- Me la arrebata de las manos- Además, era MI vestidor. ¿Por qué no simplemente lo dejaste ahí?- -Oh... La verdad no lo pensé, yo...- -Claro que no pensaste, imbécil.- Me empuja con su manito
-¿Leíste lo que había en su interior?-
Esto se puso sergio.
-Pues, siendo sincera. Sí. Leí algunas cosas, pero me detuve al leer lo que pasó con Juan González de la Montoya Juárez Riquelme.-
Su cara se puso pálida y tragó saliva.
-Tú... ¡Tú y tu estúpida gente! ¡De no ser por ustedes mi padre seguiría vivo! ¡Han arruinado mi familia!- -Pero, yo no...- -¡CÁLLATE! ¡Cállate! Cállate...- Su voz se quebró y empezó a llorar. Se sentó en la escalinata que daba a su puerta y yo me senté junto a él.
-Donaldo...- empecé a acariciar su espalda. Pude sentir sus musculosos músculos tensarse al sentir mi tacto, pero luego se relajó.
-Todo es mi culpa, esa noche él debía terminar unas cosas a la oficina... Era la noche de los oscars... Jamás me había perdido una y no iba a empezar ahí. Fingí que me había dormido hasta que se fue para no tener que ayudarlo. Una hora después, cuando aún íbamos en mejor banda sonora, el teléfono suena.- Su voz comienza a quebrarse cada vez más.
-Está bien si te deti...- -No... Debo desahogarme...- Toma un poco de aire y prosigue- Era la policía. Mi padre había recibido un disparo en la cabeza por error, querían matar a Juan González y el justo pasó por el lado. Murió por un sangre sucia. ¿Entiendes lo que digo? Por una escoria. Alguien que no merecía vivir tanto como él.-
Giró su cabeza y me miró. No era odio lo que expresaba, solo era tristeza y dolor.
Lo abracé.
-Ne... Negrita...- -Shh... Sé que lo necesitas- Me devolvió el abrazo.
-¡DONITO TA LISTA LA COMIDITA! ¿¡QUÉ TANTO TAR...?!- Abre la puerta y nos ve abrazados. Donald me suelta de golpe y me susurra al oído. -Debes irte, ahora.-
La mujer, rubia y alta, me fulmina con la mirada. Trago saliva y asiento.
-Adiós-
Me fui corriendo. Podía escuchar como su madre le gritaba no sé qué barbaridades sobre mí. Pero a pesar de que puede odiarme por mis raíces, creo que ya no lo odio.
Trump no es tan malo después de todo.
Pues, eh... Tengo miedo. Las vistas aumentaron demasiado y... Ay no sé. Gracias, de verdad, por leer este fanfic/historia/novela/loqueseapls.
En recompensa porque no se me ocurrió qué imagen adjuntar hoy en relación a la historia y porque tal vez, estuvo muy serio todo, dejo unas fotos de las últimas vacaciones de verano de Donaldo en California (?
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PD: Dude, soy una pinche indecisa, lo terminé publicando hoy.
