Capitulo 3:

269 24 2
                                    

POV De Star:

Ya casi se acababa la hora para salir de ese horrible lugar de estudios, el cual según Marco era uno mucho peor  que en el que me encontraba y eso en verdad me aterraba de maneras impresionantes, si este ya me hartaba, de seguro el otro me volvería loca.

Tome de costumbre los hábitos de los humanos pero con dificultades por mis costumbres en mi otro mundo me costaba asociarme bien al ambiente pero poco a poco aprendí gracias a el.
Mejore más de lo que había esperado aunque nunca faltaban mis ganas de destruir monstruos y el tampoco se negaba.
Éramos un dúo inseparable, yo con mi varita y el con su karate, siempre combatiendo con los aliados de Ludo quienes cada día venian a por mi varita.

Nunca perdíamos oportunidad para una aventura pero ahora me daba cuenta que estábamos tardando en tener una. Muchas cosas se nos amontonaban y no apreciabamos bien el poco tiempo que nos quedaba.
Estudios y más estudios que ya ni tiempo quedaba para disfrutar.
¿Tan difícil es ser adolescente? ¡¿PORQUEEEE?!
No merecía este sufrimiento pero por Marco y toda la dedicación que ha tenido para ayudarme, fue un completo éxito aunque un tanto estresante.
Había logrado al fin un buena calificación y hasta pude llegar junto al el pero algo me inquietaba, algo que no podía recordar bien de que se trataba.

¿Había olvidado algo? ¿De que se trataría? No recordaba para nada lo que me tenía intrigada hasta que al despertar en media noche, note un ruido extraño.
Me acerqué lentamente a la cocina, donde el ruido se producía, pero al asomar mi cabeza nunca creí lo que veía.

Marco dejando un completo desorden en todos lados pero se notaba que no era el en verdad. Sus ojos rojos y su rostro un tanto parecido a una especie de can salvaje, me quedé observando por varios minutos, pensé que me iba a atacar y espere a los movimientos que hiciera pero no ocurrió nada, hasta que sólo alcanzó a hacer una pequeña acción y de inmediato le lance un hechizo.
Quedó inmóvil pero de la nada cambio y volvió a la normalidad, aunque algo no estaba bien. . .
Su brazo, aquel brazo que una vez estuvo fracturado y yo había trasformado para que ganara el gran torneo de Karate, había vuelto.
No podía creerlo, lo lleve de inmediato a su habitación mientras intentaba hacer que el brazo volviera a la normalidad por unos segundos o más.
Me fue difícil ya que se negaba a mi poder o tenía alguna especie de campo contra mi magia que impedía volverlo a su estado normal.
Me preocupé tanto que ni dormir pude solo por andar atenta a que no hiciera algo malo o matara personas indefensas.
Cuando amaneció, la voz de Marco me había despertado de golpe.

—¿Que estás haciendo aquí?.-Me dijo y no supe qué responderle, ni un mentirá se me aparecía en la cabeza y gracias al grito de su madre, me había sacado de encima el problema mayor de decirle la verdad, aunque aquello me hizo recordar que no había arreglado lo que el había desordenado por lo que rápidamente fui hacia allá y todos deducieron que fui yo quien lo había hecho.
Yo asenti con la cabeza solo porque no quería revelarle a Marco lo qué pasó solo para que estuviera relajado en la prueba y le fuera bien aunque yo obviamente, no lo estaría si sabía que en cualquier momento volvería a trasformarse, debía estar atenta por si ocurría nuevamente.

Después de comer, me dispuse a arreglar "mi desorden" mientras buscaba en mi libro de magia alguna ayuda para arreglar aquel problema o algo que lo quitara de el y sin darme cuenta, Marco ya se había retirado dejándome a mi en casa.
Nunca creí que si me quedaba, vendrían dos personas que hace varios días no veía en persona a llevarme a mi original hogar a independizarme como princesa por cometer un grave error que nadie podría perdonar.

Convertir a un humano en la bestia más peligrosa del mundo.

— Star,  esto fue la última vez y ahora si te llevaremos a casa.- Dijo mi padre muy molesto mientras mi madre me miraba fijamente haciéndome demostrar que en verdad estaba enfurecida conmigo.
No supe cómo llegaron a enterarse pero si que tenía asegurado que no me lo perdonarían jamás.

— Como ya no tienes la edad para volver al instituto Santa Olga, yo seré quien te eduqué hasta el día en que muera y tú te encargarás de gobernar en Mewni.-Incluyó mi madre mientras se acercaba a mi para agarrarme del brazo y llevarme al carruaje que nos esperaba afuera hasta que justo en ese momento, Marco apareció de golpe y sentí un gran alivio aunque sabía perfectamente que ellos no cambiarían su decisión.

— Señor Butterfly, Star no hizo nada malo. . .-Intento llamar la atención de ellos para que no se retiraran de inmediato.

— ¿Lo crees, Marco? Uso un hechizo peligroso y sin nuestra autorización. . . Aunque agradezco en verdad que aún sigas siendo tú mismo.- Respondió sin soltarme ni un minuto el brazo y siguiendo el paso. No tenía esperanzas, ya mis últimos días de estar aquí habían acabado como si el tiempo volará, como si todo lo que viví hubiera pasado tan rápido que ni aproveche del todo la oportunidad de conocer este planeta y en especial, tener más tiempo con la familia Díaz.

" Por favor, solo necesito que lo ayudes. . . Necesito que no ataque a nadie y que controle ese poder, te lo suplico. . . No quiero que Marcó se convierta en un monstruo. . . Hazlo por mí. . ."

【Tomco】"El amor no cambia el odio".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora