Muchas veces me han dicho que el amor es un sentimiento tan hermoso que llega sin ser llamado ni invitado, te envuelve en una burbuja que te hace levitar sin importan a que persona llegara, tu mundo giraría en torno solo a él o ella y que no hubiera vuelta atrás para deshacer de esa sensación tan maravillosa que te inunda de maneras inexplicables. Ya no es la gravedad la que te sostiene, sino esa persona. . .
Así pasó con aquella chica de cabello dorado, ojos turquesa, perfecta a simple vista, alocada, energética y divertida que hacía brillar todo a su alrededor con su simple sonrisa que hacía que el aire me faltaba para pensar bien, provocando que ni un segundo pude yo negarme a sus grandes aventuras, destruyendo monstruos a su estilo, siempre sonriente en todo lugar pero todo se apago como el fuego de una vela por culpa mía y una estupidez tan grande que aún me tiemblan las manos, solo por no controlar mi maldita irá había arrancado la luz a aquel angel. Todo desde aquel día había cambiado de maneras que aún no lograba entender.
Yo quería hacerla feliz pero. . . .Mi irá apago todo, mis caricias ya no eran las mismas ya no éramos los mismos. . .El amor parecía haberse quebrado que caía a pedazos a mis pies sin yo poder evitarlo.
Caía gota tras gota, pedazo a pedazo volviéndose polvillo que aún así escapaba de mi.
Los días pasaba y yo empecé a extrañar más su presencia, su cuerpo cerca del mío al abrazarla, su aroma dulce de su cabello. . . Todo ella me recordaba y más me dolía el pecho de tan solo tener esa necesidad de tenerla aquí conmigo.
Me había enterado de que ella ya no estaba en Mewni, que se encontraba en otro planeta por castigo de sus padres al ser una chica que no cumplía las condiciones de una princesa. Yo por no aguantar más este dolor, tenía la carencia de verla y sentir nuevamente esa piel y aquella fragancia suya que le hacía única. Decidí por ir, sin importar mi orgullo, tenía que hablar con ella, disculparme de mi gran idiotez y posiblemente,volver a estar juntos otra vez. Tome todo lo que necesitaba para estar preparado y intentar nuevamente, enamorarla y conquistarla. Mi destino era ir a la Tierra pero no antes de buscar información de donde se encontraba y donde estaría ahora. Tome mi carruaje y me fui directo allá para ir a aquella escuela en donde estaba, tenía una idea para volver que cuando llegue donde ella rápidamente use mis mejores métodos para impresionarla o algo. — Hola Star, He venido a llevarte a. . . Al baile de la Luna Roja~.- Prendí una llama con un solo chasquido pero de inmediato fui sacado por las manos de la muchacha que parecía muy molesta y sin deseos de volverme a ver. Intenté convencerla pero seguía negándolo aunque le allá dicho que había cambiado y que llevaba 53 días sin ira, que tenía un guía y un conejo pero terminó en algo que no lo había planeado. Un tipo que apareció de la nada me corto la mano y todo mi carácter había cambiado, necesitaba asesinarlo pero Brian me detuvo para no hacerlo mientras observaba como mi flor llevaba a ese estupido humano a otro lugar.
Y desde ese día en que fui a estar con ella, todo lo que tenía planeado colapso con aquel chico de cabello castaño con apariencia latino.
El cual la miraba como yo alguna vez lo hacía a hurtadillas mientras se hallaba bailando a su lado en el baile de la Luna Roja. Debía admitir que le odiaba por el simple hecho de estar a su lado.
Y así fue todo mis intentos hasta que nunca llegue a acabar en esto. . . En agradarme aquel humano.
Ese humano se estaba convirtiendo en mi enemigo numero uno por cruzarse en mi camino para llegar a ella. La luz más hermosa de mi camino que yo deseaba poseer con tanto anhelo.
Solo deseaba lo peor pero sabía perfectamente que Star jamás me lo perdonaría. . .
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