Under my own shadow (IchiHitsu)

Capítulo 4: ''Suerte con tu cita.''

Sábado, diez de la mañana. El teléfono de Ichigo comenzó a sonar y a vibrar por unos cortos segundos, por lo que el pelinaranja se vió obligado a levantsrse. Casi sin ganas leyó el mensaje que acababa de llegarle; lo único que quería era simplemente dormir hasta tarde.

Te quiero aquí ahora. Y no acepto un "no" por respuesta, ¿entendido?

-Uryu.

Soltó el móvil mientras chasqueaba la lengua y luego pasó una mano por su cabello alborotado. Realmente no quería ir, pero sabía que el cuatro ojos podía aparecer en ese departamento y hacer lo que tenía que hacer ahí mismo.

Finalmente se puso de pie y buscó ropa sencilla para salir de su hogar; unos pantalónes de mezclilla y una camisa de manga corta color blanco.

Al bajar se encontró con un Toshiro frustrado, intentando alcanzar una taza del estante que para su mala suerte era bastante alto. Por supuesto que no pudo evitar reír ante la escena.

—Buenos días.— saludó amablemente, mientras que el peliblanco volteaba rápidamente con el ceño fruncido.

—No se te ocurra decir una tontería o te usaré como escalera. — los ojos del más bajo lanzaban llamas, e Ichigo podía jurar que sus dientes se habían vuelto puntiagudos. Su risa se volvió una carcajada, y se acercó al ojituquesa dispuesto a alcanzarle lo que buscaba.

— No es necesario. Pero creo que debería obsequiarte un banco. Te sería útil.— de pronto sintió un golpe en su trasero, y no esperaba encontrarse con el rostro totalmente sonrojado del enano al girarse hacia él.

—Lo siento Ichigo, ¿te lastimé la espalda?—

—¿Lo hiciste a propósito?—

—¿Qué si fué así? No me digas que estás indignado. No tienes trasero el cual defender.— le sacó la lengua al mismo tiempo que tomaba la taza que el más alto le extendía.
Por primera vez, el bromista admitía que estaba realmente sorprendido.

La mañana era hermosa. Se encontraba sentado frente al peliblanco bebiendo una taza de café mientras que charlaban acerca de los planes con Aizen y las últimas giras. Francamente, se sintió sorprendido y algo decepcionado al saber que su primer destino sería los Ángeles.

—Si te alistaste, debe ser por algo, ¿no?— soltó el enano fingiendo desinterés. Cuando vió a Ichigo asentir, continuó con las preguntas.— ¿Trabajas hoy?— fué ahí cuando le notó algo nervioso, pues dejó inmediatamente la taza en la mesa y movió su cabeza de un lado a otro.

—No exactamente. Verás, ¿recuerdas a Renji?—

—¿El pelirojo cara de idiota que se parece a tí? — el más alto asintió, forzando una sonrisa. No sabía si reír o llorar.— ¿Qué hay con él?— hizo una pequeña pausa, y al darse cuenta de que Toshiro buscaba que respondiera, sintió una opresión en el pecho. Miró fijamente al chico que estaba frente a él. No quería decirle a dónde iría.
Soltó un largo suspiro, rascó su nuca un tanto nervioso, y dijo:

—Me ha invitado a salir.—

El peliblanco entreabrió la boca con la única intención de procesar lo que Kurosaki acababa de decirle. Él sabía que esos dos se llevaban bien, pero, ¿qué era esa extraña sensación? Ichigo y Renji, ¿estaban saliendo? ¿Desde hace tiempo? ¿Por qué no se lo había dicho?
Tomaba la taza que hace rato estaba vacía, y la dirigía a su boca, deseando que mágicamente apareciera cualquier tipo de bebida en ella.

— ¿Una cita?— el pelinaranja de encogió de hombros.— Vaya, no sabía de esos gustos, ¿eh? — rió forzosamente.

— ¿Y cuáles son los tuyos? — no recibió respuesta, y no esperaba una.
Se levantó un poco incómodo, siendo seguido por la mirada profunda de Toshiro mientras se dirigía a la salida.