Era una mañana lóbrega, de nubes bajas, con una lluvia desapacible que chispeaba contra las ventanas y era difícil imaginar que el sol volvería a salir de nuevo alguna vez pero la primavera llegó de un día a otro, como si el invierno, al igual que un invitado no bienvenido, de repente hubiera decidido ponerse el abrigo y desaparecer sin decir adiós. Todo se volvió más verde, un sol acauso baño las calles y el aire se perfumo de súbito. En el aire flotaba un rastro floral y acogedor y las canción es de los pájaros marcaban el compás del día. Todo era realmente hermoso, ese día caminábamos de la mano e hicimos una pausa en el camino y nos quedamos mirando aquel sitio en donde nos conocimos y pensé que este es el tipo de lugar al que la gente regresa. Cuando se ha cansado de todo lo demás, o cuando no tiene imaginación para ir a otro lugar.
Ella adoraba los placeres sensuales de estar al aire libre, los olores, el tacto de la tierra bajo los dedos, la satisfacción de ver seres vivos, radiantes, entrelazados en su belleza efímera; En ese instante recordamos como nos conocimos. Después de verla en este mismo lugar observando y contemplando la mañana supuse que algún día podíamos hablar.
Ella se dio la vuelta, corriendo hacia atrás, y su voz arrastraba el aire frío y quieto de esa mañana.Una noche después, me puse un traje elegante y salí con la esperanza de volverla a encontrar. Y fue ahí cuando nos volvimos a ver como si estuviéramos destinados a estar juntos. Le sonreí. Y ella me correspondía con una sonrisa de vuelta, como si se alegrará de haberme visto una vez más, sus ojos se encontraron con los míos, baje la vista y mire al suelo, poco a poco alce la vista para observarla trague saliva sin dejar de mirarla, esos pocos segundos fueron los más largos que recordaba. El silencio se rompió cuando uno de los dos se presentó.
-Hola, me llamo Camilla.
Respondí
-Hola, mucho gusto mi nombre es Jack.
Hace unos días vi que andabas por acá en este mismo sitio y quise saludarte.
Conteste
-Si, he estado por acá despejando un poco mi mente, creo que es la única manera de distraerme, venir acá y ver lo hermoso que es esta vista que te hace olvidar del mundo entero y de todos aquellos problemas que te pasan a diario.
-Pero no todo es problema, cada día trae cosas buenas y malas todo depende de la manera en que queramos ver los días, eso sí sacándole siempre cosas buenas a las cosas malas, siempre te dejan alguna enseñanza. -Respondió como si le hiciera saber que tenía que dejar de pensar así-.
-Bueno tienes toda la razón, entonces digo que lo mejor que me ha pasado hoy es poder ver a una mujer tan bonita como tú y que me brinde de un consejo sin necesidad de pedírselo y sobre todo que apenas nos conocemos.
Se sonrojo y sonrió después de lo dicho.
-Gracias por tus halagos y me gustaría quedarme a charlar contigo pero tengo cosas por hacer, sólo pasaba a saludarte, me tengo que ir, Adiós. Contesto.
- No espera, -le grita el sin dejar que se vaya tratándola de detenerla por unos segundos más- Disculpa que te detenga pero... quisiera pedirte algo, se que no nos conocemos bien pero me gustaría aprovechar el momento e invitarte a una tasa de café.
Respondió
-Quizás no sea el momento apropiado, pero quisiera conversar con alguien y por lo visto también lo necesitas.
-Claro que si, respondí.
¿Entonces que dices?
-Esta bien, dijo camilla. Nos vemos mañana, adiós cuídate.
Llegue a pensar que ese fue uno de los mejores días después de no tenerlos en cuanto aquella ruptura de hace unos meses atrás.
Después de esa taza de café fuimos saliendo cada vez más y conociendo un poco más de nosotros. Ella era una mujer sencilla, su forma de pensar y ver las cosa era realmente agradable no había conocido a una mujer tan radiante, a sus veinte años era una mujer con una madurez muy compleja, habían muchas cosas de ella que me llamaron la atención, era esa mujer dedicada a salir adelante. Poco a poco nos fuimos conociendo, la pasábamos bien, hasta que llegó un día en el cual comenzamos a hablar de nuestros pasados desde ese entonces le comenté sobre mi ruptura con aquella mujer del pasado, aquel daño ocasionado por una traición que Te puede desbaratar el alma en segundos. Sentí aquella confianza para contárselo todo y dejarle saber que estaba herido desde hace muchos meses atrás, pero también sentía ese miedo que recorría por mi cuerpo, aquel que me impedía querer a alguien más, ese miedo que se apodera de tu cuerpo, de volver ser traicionado de nuevo. Después de ese momento ella me calla con aquéllas palabras que te dejan sin aliento diciéndome.
-Tranquilo, se que tienes miedo de volver a caer en lo mismo es normal cuando uno es traicionado, sueles tener miedo a encontrar a otra persona como ella, tu alma y tu corazón se cierran por completo como si no quisieras volver a amar a alguien, pero sólo es el miedo que te esta impidiendo. sabes Jack todo pasamos por eso, todo los seres humanos estamos destinados a pasar por desamores, traiciones, que te hacen mierda por dentro incluso yo he pasado por eso pero no me encierro en eso, no me dejo llevar por el miedo, sino que veo aquellas cosas positivas que me ha dejado esa ruptura, veo que la vida continúa y uno no puede morirse de amor, nadie muere de amor. La vida sigue... se que piensas que es como si no me importará lo que sentimos que una vez terminada la relación por una traición u otras cosas no hay vuelta a atrás en esos casos es mejor seguir adelante buscando más aventuras disfrutando de la vida y aceptando cada momento, viviéndolo como si fuera el último de tu existencia. Ahora sabes algo mas, desde que te conocí supe que necesitabas de mi ayuda, que necesitabas a alguien más en tu vida quien estuviera ayudándote. Debe de haber una solución para todo esto sí... Si te dejas llevar por la imaginación.
Sabes camilla gracias por todo lo que me dices me siento muy afortunado de haberte conocido de estar en estos momentos contigo pero ¿quien te dijo que lo podías arreglar?
Su mirada implacable.
Pensó ella.
-Sólo... Sólo intento ayudarte.
-Quieres arreglar algo que no se puede arreglar.
-casi todo tiene arreglo. Contestó ella.
-Te equivocas, un corazón roto no, sólo puedes remendarlo pero no arreglarlo, es como arrojar un vaso de vidrio al suelo y tratar de arreglarlo y dejarlo como estaba. ¡Es imposible!.
Se quedó ahí en el umbral, me miro a los ojos, con el corazón en un puño. - Si A tus amigos los trataste como si fuera una mierda. Vale es probable que lo merecieran. Pero yo estoy aquí queriéndote ayudar. Así que te agradecería que no me amargaras la vida igual que a todo el mundo. Los ojos de Jack se abrieron un poco.
-¿Y si te dijera que no quiero que sigas aquí?
Aun así si dijeras que no me quieras aquí, me voy a quedar. Porque me importas demasiado, porque me gusta estar contigo y ayudarte, después de un largo tiempo de haberte conocido me enamoré profundamente de ti, quizás seas un hombre frío pero en el fondo se que tu corazón es hermoso y tiene muchas cosas lindas que deberías dejar de salir y dejar de ocultarlas, Pero no se puede ayudar a alguien cuando no quiere ser ayudado. -Contestó con fuerza lo que quizás la había lastimado-.
Me miro durante un momento y, como no aparte la vista, dejó escapar un pequeño suspiro, como si estuviera a punto de decir algo desagradable.
-Vale respondió y ambos se fueron a su apartamento.
Al llegar Jack supo que había una mujer que lo quería, una mujer enamorada que sólo quería ayudarlo. pensó que era demasiado tarde para darse cuenta de lo sucedido. tenía miedo, miedo de perderla, miedo de que le sucediera todo aquello nuevamente pero aún así se preguntaba así mismo si querías a alguien ¿no era tu deber permanecer a su lado? ¿ayudarla a superar la depresión? ¿en la salud y en la enfermedad y todo eso? Era lo que pasaba por su mente.
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DESTINOS MARCADOS
RomanceTodos tenemos un destino marcado, un hilo rojo conectado con alguien más, algunos llegamos a romperlos, mientras otros tratamos de descubrirlo. Un amor con marcas del pasado por ambos lados, el presente invertirá los papeles. Ella tan positiva, el t...