VIVIENDO ENTRE CHICOS (BTR & TU)

-42- Eres mi mejor amigo(a)

*____*

Salimos de la casa de Nick y fuimos al garaje dónde estaba su motocicleta. Me quede en la grada. Reí ya que en esta grada ya estábamos a la misma altura pero luego me percate de su moto, era la misma que llevaba cuándo lo conocí.

-¿Es tú motocicleta con la que me rescataste aquella vez de Guillermo, no? – pregunte.

-Sí – dijo mientras la tocaba – esta casa, la casa de Los Ángeles, y otras casas en Florida y en Inglaterra, todas son mías.

-Wow ¿Enserio? – pregunte asombrada. Pero cambie mi reacción en cuánto mire que sus ojos se empañaron y lágrimas cayeron de sus ojos – Nick ¿Qué sucede?

-Todo esto era de mi padre – dijo con la voz quebrada - antes de morir en un accidente en uno de sus aviones.

-Oh Nick, lo siento – trate de consolarlo y él apoyo sus manos en la motocicleta.

–Él iba camino a Florida a vernos a mí y a mi madre, pero él nunca llegó – su voz se había quebrado y las lágrimas corrían por sus mejillas, era realmente extraño verlo llorar ya que siempre me pareció un chico fuerte.

-Nick – él se volteó, me abrazo fuertemente y escondió su rostro entre mi hombro izquierdo.

-_____, lo extraño tanto – su voz era casi inaudible.

–Nick – lo abracé y él a mí – lo siento tanto – mis ojos se llenaron de lágrimas al oírlo llorar – lo siento, si no fuera por mí no estarías recordando ese horrible momento – dije entre sollozos.

-_____ - dijo secándose las lágrimas y mirándome fijamente – eres la única amiga que eh tenido desde los últimos 8 años. No sé porque pero siento como si te conociera de toda la vida – una pequeña sonrisa se apareció en su rostro aunque parecía más una mueca.

-Yo también – dije con una sonrisa.

-____, gracias por estar aquí. Durante los últimos 8 años casi nunca tuve una amistad verdadera, solo trataba de tener unos cuantos amigos para no parecer muy raro – ambos reímos.

-Yo nunca te consideré raro – él rió – bueno un poco – rió fuertemente – Nick, yo siempre voy a ser tu amiga, nunca te voy a fallar ¿Oíste?

-Sí lo sé – me miró por unos segundos y rió – me la debes Schmidt.

-¡Oye! ¡Te estoy ofreciendo lo mejor de mí, una amistad sincera y para siempre y dices qué te la debo!

-Es cuestión de hechos.

-¿Y me los estás cobrando? – Nick hizo una mueca – Nick, una amistad no la puedes comprar, te la tienes que ganar y tú te has ganado mi amistad de por vida – lo abracé – Gracias Nick, por todo, eres el mejor amigo del mundo mundial – él rió.

-No seas infantil – dijo riendo y me aparté de él.

-Entonces retiro lo dicho, ya no te ofrezco mi amistad.

-Lo qué se da ya no se pide otra vez – dijo con una sonrisa de superioridad.

-Excepto algo que es tanto tuyo como mío, así que tengo derecho a retirar mi amistad – reí – sé que aunque sea infantil me quieres, cómo yo te quiero a ti todo maduro y gruñón.

-Somos contrarios- ambos reímos.

-Lo sé – contesté – pero hacemos un buen equipo – su sonrisa se amplió – siempre puedes contar conmigo para lo que sea, siempre voy a estar contigo apoyándote y alentándote en cualquier pendejada que quieras hacer.

-Sí algún día hago una pendejada te doy los créditos.

-¡Hey! ¿Por qué?

-Por qué tú me enseñaste a hacer pendejadas como darle un zape en la cabeza a Guillermo por pura diversión y luego pegarle en los huevos – ambos reímos a carcajadas.