Capitulo 2

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Seguro que mi primer recuerdo es ése. El del día que Ezequiel se fue de casa. No es que recuerde exactamente la situación, pero si que yo estaba en mi cuarto y no podía salir; y una cierta tensión en el aire.
   Después no vi más a mi hermano hasta la primera fiesta, creo que era el cumpleaños de mamá.
  Cuamdo preguntaba por él me contestaban que estaba estudiando, o con alguna de esas evasivas tan típicas de mi familia.
   Yo ya sabia que no vivía más con nosotros, está claro que no se le puede ocultar algo así a un chico, por mas que tenga cinco años. Había revisado,a escondidas, su habitación y sabía que no estaba su ropa, es más, yo me había llevado su Scaletrix , que jamás había querido prestarme, y al no reclamármelo intuía que lago no era normal.
  Mentiría si dijera que eso me inquietó. Solo era una situación nueva, distinta de la habitual. Y me proponía disfrutarla.
               
                         * * *
Durante los años que vivíamos juntos yo admiraba a Ezequiel, él era mi héroe, era grande, fuerte, todos le prestaban atención cuando hablaba.
    Lo trataban como alguien importante. Como un adulto.
  No sabía entonces, y por cierto que no lo sé ahora, cuáles son los mecanismos que mueven la mente de los niños. Pero supongo que sentí que al no estar mi hermano en mi casa automáticamente toda esa atención caería en mí. Eso de algún modo fue cierto, no como yo lo esperaba, pero sucedió.
    Mis padres pensaban que ya que se habían equivocado con mi hermano, no cometerían esos errores conmigo.
  Dije antes que mi primer recuerdo es cuando Ezequiel se fue de casa, y es cierto. Pero tengo lo que yo llamo "recuerdos implantados", esas anécdotas que se comentan en las reuniones, habitualmente en tono jocoso, años tras años. Así puede enterarme de que, estando enfermo a los tres años no había forma de dormirme, sólo lo hacía si Ezequiel me acunaba y me cantaba una canción.
    Bueno, ese tipo de cosas. Ustedes ya saben, las familias de encargan de que sepamos todo tipo de anécdotas, por tontas que sean, más si nos abochornan (estad últimas no pienso mencionarlas aquí).

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Los del perro siberiano: Jacob Sartorius (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora