Tantas noches observando tu fisonomía,
como siempre, tan perfecto,
Buscando mis labios, sin detenimiento,
deslizándote por las curvas de mi cuerpo.
Ahora, en cada verso te escribo,
Lo que decirte, ni siquiera puedo,
Decirte que dejaste mi alma, en agonía,
Decirte que vivo muriendo.
Sentirme ser un pétalo que baila con el viento,
Sentir que no me quieres, como yo te quiero.
Sentir que dueles, tan adentro,
Decirte que vivo muriendo.
Aferrarme a los recuerdos, porque no te tengo,
Olvidarte, aunque me mates, por momentos,
momentos en los que se me va la vida,
porque vivo muriendo.