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Su cuerpo lo sentía tan cerca, sentía su  respiración agitada, los latidos de su corazón que se aceleraban cada vez más. Sus bonitos ojos cafés miraban los míos fijamente. No podía más, tenia que hacerla mía, necesitaba tocar su cuerpo un poco más. Necesitaba besar esos labios, necesitaba saber que ella me amaba tanto como yo a ella.

Fue una noche completamente mágica e inolvidable. Ella era única y especial. En ese momento me di cuenta de que había caído rendido a sus encantos y su dulzura. Una sensación apareció en mi interior, como si me sintiera vivo por primera vez.

Al día siguiente amanecí en mi cama, me dolía la cabeza y me sentía cansado todavía, pareciera que había corrido un maratón o escalado una gran montaña.

Lo primero que hice fue tomar mi celular y ver mis notificaciones, no tenia muchas por lo que no tarde mucho en levantarme de la cama e ir a bañarme. Segundos después mi celular empezó a vibrar pero yo estaba en la ducha por lo que no alcance a contestar. Tomé una toalla de el mueble de a lado del escusado y me seque rápidamente para no sentir más el frío. Me vestí, agarre mis cosas y me dirigí a la cafetería en donde se encontraban todos a excepción de los que estaban vomitando la noche anterior porque se pasaron de copas y la cruda les había llegado.

Como siempre cada quien en su grupo y cada quien en su rollo. Pase entre las mesas para dirigirme a donde se encontraba la comida. Sentía las miradas de todos sobre mi, ¿qué estaba pasando? ¿acaso tenia en pantalón roto de atrás o algo escrito en la espalda?

Me acerque a la barra de ensaladas y la cocinera se acerco a mi y en un susurro me dijo...

-Cuídate mucho muchacho, deberías tomar más precauciones-¿que acababa de decir? ¿de que hablaba esta señora?

Me di la vuela con un poco de curiosidad pero muy confuso, no sabía de que hablaba esa señora. ¿De que rayos tenia que tomar más precauciones? ¿Sera que Camila le ha dicho a todo el campamento lo que paso ayer entre nosotros? Millones de preguntas rondaban en mi cabeza y la desesperación por saber las respuestas se hacía presente.

Cuando me iba a sentar junto a Camila en la mesa donde también se encontraba Becky y una chica que no reconocía, nunca la había visto antes. Camila agarro su bandeja con comida y se levanto de la mesa sin decir absolutamente nada. Me parecía extraño, ¿porque se comportaba así? ¿Había hecho alguna falta de educación o había dicho algo que no fuera de su agrado?

No lo sabría esa mismo día porque la busque por todas partes y no encontré rastro alguno de ella. Así que ya en la noche regrese a mi cabaña decepcionado triste, no sabía lo que hice mal pero por alguna razón, la chica castaña de lindos ojos oscuros no quería verme.


Ella..... [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora