Biblioteca...

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El sonido de mi alarma me hizo despertar un poco, debía ir a la biblioteca. Estire mi brazo, tomé mi celular y presione "desactivar ". Me quedé tendida mientras me volvía a dormir poco a poco. Me levanté de un salto al recordar que Dereck era todo un desgraciado y me sacaría del grupo si no iba, miréy la hora con rapidez, 3:40pm, tenía tan solo 20 minutos.

Me duché y me coloqué como ropa un jeans ajustado con una blusa de mangas cortas azul con bordes blancos y unos converse blancos. Me solté el cabello y me hice una trenza sencilla.

- Mamá... ¿ Cómo estas ?, ¡ hoy llegaste algo temprano ! - Dije al verla en la sala mientras la saludaba con una sonrisa.

- Estoy bien, algo cansada, pero bien. - Respondió y se recostó en el mueble. Si algún día llegaba a ser profesional mi primera motivación sería mi madre. Ella lo hacía todo por mi. - Pero... Te ves hermosa, ¿ A dónde iras ? - Preguntó mi madre con tono sospechoso.

- A la biblioteca - Respondí mientras reía levemente. Mi madre se levantó y me acarició el cabello.

- No llegues tarde... - Dijo y asentí. - ¿ Necesitas dinero ? - Preguntó y negué

- No, ademas yo tengo algo de dinero. No te preocupes. - Le respondí y ella me sonrió

- Esta bien... Si necesitas algo me llamas  - Dijo mientras subía las escaleras.

- Chao mamá, descansa. - Le dije para luego tomar mi mochila y salir de ahí.

Cuando entré a la biblioteca lo primero que hice fue saludar al guardia, eran las 4:30pm. La Biblioteca era gigantesca, tenía tres plantas y la conocía completamente bien, era como mi segunda casa. Entré en el ascensor y presione el numero 3. Las puertas se cerraron para luego abrirse dejándome a la vista la tercera planta. Repisas de todos los tamaños llenas de libros estaban por todos lados, mesas de estudio y algunos computadores en los rincones. Era un lugar hermoso.

- Hola Samanta... ¡ Ya extrañaba verte por aquí ! - Saludó la bibliotecaria. Ester, ese era su nombre, tenía 45 años y le gustaba vestirse de colores pasteles. Siempre tenía unos lentes colgando del cuello y una enorme sonrisa.

- Hola... ya sabes muchos trabajos. ¿ Has visto a Bryan ? - Pregunté. Ester lo conocía, Bryan había venido conmigo un sin números de veces a este lugar.

- Oh si, claro. - Dijo buscándolo con la mirada. - Esta por ahí con unos chicos, buscalo en una de las ultimas mesas. - Dijo y le agradecí.

- ¿ Es tu novio ? - Preguntó y reí fuerte. Ya me había acostumbrado a que me hicieran esa pregunta aunque nunca se le iba la gracia. Era una locura.

- Oh no, no lo aguantaría ni un día. Es mi mejor amigo, Ester. - Dije y ella me sonrío abiertamente.

- Tiene un mejor amigo bastante odioso... - La voz de Dereck me sorprendió. Ester rió pero yo lo fulminé con la mirada.

- ¿ Desde hace cuanto estas aquí ? - Le pregunté con fastidio y él alzó una ceja.

- Desde las 4:00. He tenido que soportar a tus amiguitos porque tu eres una irresponsable que no sabe que es puntualidad. - Dijo y estuve a punto de golpearlo pero decidí ignorarlo.

- ¿ Dónde están ? - Le pregunté con seriedad.

- Al final , la ultima mesa. - Dijo y empecé a caminar hacía ahí mientra Dereck me seguía. Podía jurar que me estaba mirando el trasero, era incomodo.

- ¡ Pensé que no vendrías ! - Dijo Bryan mientras me habría espacio entre él y Lucas el cual tenía al lado a Katerin.

- Me retrase, y para agregar, me han preguntado si soy tu novia. Ósea qué clase de locura es esa. - Dije sentándome y escuché la risa de Bryan.

Nunca me lo imaginéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora