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Es aquí cuando comienzo a lamentar el haber tomado aquel bus, donde mientras reía con mis amigos, su mirada rozó mi piel como una suave caricia.

Lamento haber volteado a mirarle y que nuestras miradas se conectaran en menos de un minuto, porque sentí aquel extraño golpe de sentimientos directo en mi estomago. Sus ojos oscuros y bonitos me tocaron el alma; sus facciones tan varoniles me hicieron vibrar y cuando sonrío para mí, lamentó haberme derretido de emoción. De todo corazón, lamentó que él haya sido mi amor platónico por más de año y medio.

Habían pasado un par de meses desde que él terminó nuestra relación por mensaje de texto —qué gran mierda, ¿no? —. Ese día y los siguientes, había llorado todo lo que podía y ahora bromeaba con mi mejor amigo sobre la fallida y corta relación, porque aunque dolía como mil infiernos, me causaba gracia la miseria en la que me hundía de a poco.
Me quede callado cuando el autobús se detuvo en la parada donde él subía. Mis piernas temblaron cual gelatina y las palmas de mis manos comenzaron a sudar; lo vi entrando al autobús y me concentré más en la plática de Seungri, hasta que tuvo que bajar y cederle el asiento a su novio Young Bae que vivía unas calles más adelante. Me coloqué los audífonos, le di play a las canciones e hice como si viera algo en la pantalla de mi teléfono celular, mientras su pesada mirada se mantenía sobre mí.

— nos vemos mañana, Ji Yong — oí a Young Bae decir, me quite uno de los audífonos y lo vi levantarse para alcanzar el timbre que anunciaba su bajada.

Mmh, que tengas lindo día.

Young Bae se acercó para despedirse y revolvió con su mano mi cabellera como era de costumbre, miró hacia al frente del autobús y frunció el ceño. Hubiese deseado no haber volteado, porque cuando miré hacia aquel lugar donde YoungBae también miraba pude ver cómo él apretaba los labios y su entrecejo se fruncía. Cuando notó que yo lo estaba mirando apartó la mirada de YoungBae y me sonrió, sólo a mí. Demonios.
Levanté mi mano temblorosa y la agité saludándolo después de que YoungBae bajara del autobús. Intenté sonreírle pero de mis labios sólo salió una extraña mueca, pues temblaban al igual que todo mi cuerpo.
La gente comenzaba a bajar y los que quedaban, avanzaban al final del autobús por donde yo estaba sentado.

— Hola — escuché su voz a pesar de que había susurrado, sin darme cuenta él ya estaba alado de mi asiento y me miraba con ese extraño brillo en sus bonitos ojos.

— Seung Hyun — me sonrojé por su cercanía y volteé el rostro para evitar su mirada y centrarme en el paisaje que corría por la ventanilla.

— ¿cómo has estado? — insistió.

— Bien, supongo. Gracias por preguntar — hablé sin mirarle ni un poco.

Un terrible silencio incómodo se mantuvo entre nosotros mientras esperábamos que nuestra parada llegara y cuando esto sucedió, esperaba salir corriendo en cuanto las puertas se abrieran para evitar a Seunghyun el resto de mi vida; pero el idiota tenía que sonreírme cuando me levanté del asiento y se apresuró a tocar el timbre él mismo. Cuando el autobús se detuvo, con su mano me invitó a bajar primero y así lo hice; pensé que si caminaba rápido podría impedir que me hablara más, pero en un parpadeó él ya estaba caminado a mi lado.

— Te cortaste el cabello, más de lo normal — dijo, mientras enredaba sus dedos entre las hebras de mi cabello.

Aparté su mano con un disimulado golpe y me acomodé el peinado. Él estaba en lo cierto: nunca había cortado mi cabello más de lo que acostumbraba.
Mi corazón se agitó con emoción, Seunghyun lo había notado pero mierda, no quería que lo hiciera porque era un cambio en mí, algo así como señal de que había cerrado un ciclo.

— Luce bien — carraspeó sin ocultar su timidez —: tus bonitas facciones... se aprecian más.

Y se suponía que el maldito ciclo cerrado era él; él y nuestra estúpida relación, la cual me afectó más de lo que esperaba. Pero ahí estaba, pensando ir más seguido al salón de belleza para que mi cabello se mantuviera así por mucho tiempo.

Ex-Novio de verdad GTOPWhere stories live. Discover now