III

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— Seung Hyun habla mucho de ti. Cada cosa la relaciona contigo; estoy seguro de que te quiere más de lo que imaginas.

— No lo creo, Daesung. Aveces siento que me quiere y otras veces no.

— Sólo dale tiempo...

...

El día estaba nublado y amenazaba con llover muy pronto; Seungri maldecía entre dientes a cada segundo pues decía que su cita con YoungBae se había arruinado, yo me mantenía callado y miraba hacia la ventana porqué desde siempre he amado los días lluviosos; intenté acobijarme  más con mi suéter y pegué la frente al empañado vidrio del autobús.

Seungri bajó en la calle de siempre pero esta vez junto a Youngbae, al parecer habían cambiado sus planes y tendrían aquella arruinada cita en la casa del menor,  yo en serio, no quería saber los detalles sobre aquello. Cerré los ojos y mi respiración se volvió lenta. Estaba demasiado agotado.

— ¿Con sueño?

Abrí los ojos y miré a Seung Hyun fijamente mientras se sentaba a mi lado.

— Un poco — contesté y volví a cerrar los ojos.

No es que estuviese nervioso —bueno, quizás  lo estaba un poco—, sólo había decidido no volverme a perder en su mirada, no volverme a derretir con su voz, ni mucho menos, extasiarme con su tacto.
En el trayecto en autobús, hablamos de cosas triviales y sin mucha importancia; pensé que quizás Seung Hyun se había aburrido de nuestra conversación por lo que me mantuve callado varios minutos.

— ¿Sabes? Me gusta tu voz, por favor no dejes de hablar — acarició mi mano y después me sonrió; ¿Qué mierda estaba haciendo Seung Hyun con mis pobres sentimientos?

Más adelante, bajamos juntos del autobús; había una llovizna fría cayendo sobre nosotros, el día se pintaba de gris y el olor a tierra mojada que tanto me gusta, estaba presente en las calles. A propósito chapoteaba un poco sobre los charcos de lluvia, importándome poco que mis zapatos se mojaran.

— ¿Te gustan los días así, cierto? — preguntó Seung Hyun y yo sólo asentí con la cabeza mientras miraba al suelo en busca de otro charco de agua. — Luces como un pequeño niño.

Lo ignoré pero paré de brincar sobre el agua, no quería que él me viera como un pequeño niño, quería que me viera como un joven capaz de amarlo con locura y dedicado a hacerle feliz cada segundo de su vida.
Estaba un poco concentrado en aquel pensamiento, cuando escuché como algo pesado caía al suelo y luego se escucho un quejido, voltee a mirar hacia dónde se suponía estaría Seunghyun caminando, pero lo encontré sentado en el suelo con el rostro contraído de dolor y el uniforme mojado.

— ¿Qué demonios? — dije antes de comenzar a carcajear.

Mi risa se escuchaba entre las calles vacías y Seung Hyun comenzó a reírse también, su risa se mezcló con la mía haciendo juntas una perfecta melodía que me hizo temblar de pies a cabeza.

— Deja de reírte — protestó pero aun quedaba rastros de risa en su voz.

Yo en vez de parar de reír, me agarraba el estómago por reír tanto, comenzaba a doler pero no me importaba, no cuando Seung Hyun hacía esas extrañas muecas mientras se levantaba del suelo. De un momento a otro, me miró con el rostro serio. Solté un "oh, oh" antes de comenzar a correr y ser perseguido por Seung Hyun; que gracias a sus piernas largas logró alcanzarme justo en la esquina de la calle donde estaba mi casa.

Me envolvió en sus brazos y dejó un beso sobre mi frente.

— Esta vez te dejaré aquí — anunció —; me están esperando en casa. Nos vemos pronto, Ji Yong.

Lo vi alejarse de mí a paso lento, con las manos dentro los bolsillos del pantalón mientras sobre su cuerpo caían las gotas de lluvia creando un escenario perfecto a su alrededor mientras mi corazón se quebraba, por qué sabía que a él nadie le esperaba en casa; por qué sabía que era su pretexto perfecto  para evitar otro beso, para evitar sus sentimientos hacia mí. Por qué Choi Seung Hyun era un cobarde...

Pero era el cobarde que yo tanto amaba.

Ex-Novio de verdad GTOPWhere stories live. Discover now