Capítulo 10 [Narrado]

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Narra Gastón:

Estuve mucho tiempo pensando en hacer esto, no sabia como poder ubicarla, pero a dos días antes de entrar a la escuela, ella había publicado en su Facebook que iría a el cine. Comencé a ver las funciones que daría el cine. Concluí que iría a la función de las 15:30, ya que era una película de ciencia ficción, el genero favorito de ella. Planeé ir a un parque cerca del cine, donde seguramente ella iría luego.

Dicho y hecho.
Luego de la función, ella y Ámbar patinaban en el parque, se veía feliz y realizada. Se veía serena y en paz.

Ni siquiera sabia que patinaba, no tenia el derecho de interrumpir su felicidad, ella había enterrado todo lo que sentía por mi y yo no soy nadie para revivirlo.

No puedo ser egoísta, menos con ella, quien nunca se puso a ella primero que yo, siempre fue mi felicidad y luego la de ella.

No se nada de ella, y la conozco desde los 4. No se como es su familia. No se que le gusta. No se que quiere estudiar. No se nada.

Estaba dispuesto a irme, pero ella me vio, sus ojos analizaron todo mi cuerpo. Se detuvo y se quedo parada observándome. Yo decidí dar la ultima estocada. Lo mire de los pies a la cabeza y me gire, haciéndole caso omiso.

Narra Delfina:

Luego de tanto tiempo. Luego de tantas horas desahogandome. Luego de tantas horas llorando.

Él vuelve, me mira indiferente y se va. Ahogando todo mi ser, derrumbando todo lo que había formado, generando que vuelva a caer y que esta vez no vuelva a levantarme.

Nadie se detendrá a darme su mano, nadie me ofrecerá su hombro para llorar, nadie me regalara su corazón para sanar el mio. Nadie.

Él se alejaba sin mirar atrás, tenia paso firme y seguro.

Llena de ira, patine detrás de él y lo gire para que me mirara.

—¿Qué ganas haciendo esto?

—¿Haciendo qué?

—No te hagas el tonto, Perida. Sabes a lo que me refiero, nadie sabe sobre este parque en la escuela, además de Ámbar.

—Ahora no eres la única.

—¿Qué quieres de mi?

Me miro de arriba a abajo y dijo.

—De ti, nada.

Él sonrió con insuficiencia y se fue. Él había destrozado mi corazón, de nuevo.

Hola Gastón, ¿Cómo estás? | GasfinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora