Antes solíamos hablar todos los días, siempre le marcaba en las mañanas y las noches, nos contábamos todo. Él me hablaba de como le fue, que comió, qué hizo... Decía extrañarme y yo también a él. Hablábamos de todo y nada... De repente, dejo de contestar, empezó a estar más ocupado, me decía que era la escuela y demás pero sabía que algo pasaba, o quizás sea mi paranoia... Pero yo tenía la idea de que él ya no sentía nada.