Capitulo 3.- Sueño profundo

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Me encontraba en un pasillo largo, con muchas habitaciones.
No entendía nada.
Mi mente estaba muy nublada y sentí miedo, si esto era a lo que le llaman dormir más de 8 horas, deseaba estar despierto las 24 horas del día.
Con miedo y suplicando para que todo terminará, camine lentamente por el pasillo, al fondo de encontraba un elevador, abría sus puertas lentamente y se veía una luz blanca muy fuerte, seguí caminando por el pasillo, cada metro que me acercaba al elevado se abría un poco más.
En el momento preciso en el que entraba, escucho gritos:
-¡DESPIERTA!.

Desperté de brinco, eran las 7:35 de la mañana.
Paolo:
-vaya que has dormido, dormiste al menos unas 16 horas.
Yo estaba llorando.
Paolo:
-¿por qué lloras?
Yo:
- ¿el sigue aquí?
Paolo:
-¿De quien me estás hablando? ¿Te encuentras bien?
Yo:
-el sujeto oscuro (trataba de mencionarlo, era muy complicado, mi llanto hacía que mis palabras se trabaran con mi lengua y tartamudeaba).
Paolo con una expresión pálida en el rostro me respondió:
-¿También sueñas con el?
Yo:
-Si.
Paolo:
-El jamás se irá.
Llorando, pregunte:
-¿quién es el?, ¿que quiero de mi? Dile que me deje.
Paolo:
-No debes temerlo, trato de mantenerme fuerte siempre que lo veo, es una alma en pena que busca que lo ayudemos.
Yo:
-¿cómo sabes eso?
Paolo:
-Hace tiempo, fui con una bruja de Tarot tratando de encontrar ayuda, ella me lo dijo.
Tuvimos una plática de escasos 20 minutos, él trataba de calmarme pero yo lo ignoraba, sabía muy en el fondo de mi sobre la existencia de algo más que un simple sueño, esa criatura nos observaba y se metía en nuestra mente, y me parecía muy poco normal lo sucedido.

Pasó el tiempo y todas las noches yo iba hacia mi habitación con la intención de descansar muy poco, no quería soñar con algo similar, yo regrese con mi madre.
Ya estaba lejos de todo aquello y me sentía seguro en casa, con mis amigos y la mayor parte de mis familiares.
Los días pasaron y lo fui olvidando.

Cumplí 13 años, mi vida ya parecía normal.
Aquella triste anécdota solo parecía ser un recuerdo de mi imaginación.
Nos mudamos de casa.
La nueva casa es hermosa, tiene más habitación y aire acondicionado en cada habitación, armarios lindos y con espacio suficiente para guardar mi ropa.
Un día me quede solo en la nueva casa, mi madre salió a hacer las compras al supermercado.
Sol:
-¡HIJOOO!, iré a el supermercado, cerraré la puerta de la casa con llave, te dejo una en el llavero.
Yo:
-si mamá, ¡está bien!
Sol:
-Cualquier cosa me marcas.
Cerró la puerta.
Yo me encontraba en mi cuarto jugando con mi consola de videojuegos.
Tomando refresco y comiendo pizza, era el paraíso.
La casa es de 2 pisos, yo me encontraba en el segundo piso.
Baje al primer piso buscando baterías nuevas en alguno de los cajones, ocupaba baterías en mi control para seguir jugando.
Mientras estaba abajo en la cocina, escuche el ruido de una puerta cerrándose, lo ignore, quizás era la puerta de un vecino que estaba llegando a su casa, a un lado de la mía.
No encontré baterías, subí a mi habitación de nuevo y en el mueble que donde está mi televisor, encontré 2 baterías de las cuales estaba seguro no haber visto antes de bajar, las tome y se las puse a mi control.
Lo encendí y continúe jugando.
Media hora más tarde llegó mi madre.
Sol:
-Hijo, ¿abriste la puerta?
Yo:
-Emmm, no mamá.
Sol:
-La puerta de la casa está abierta y yo estoy segura de que la deje con llave, incluso trate de abril a y no pude hacerlo.
Yo:
-Quizá no estabas muy segura.
Sol:
-Mmmmmm
Pasaron las horas, al llegar la noche me encontraba en mi habitación.
Tenía la sensación de que yo no era el único que estaba en la habitación.
Me sentía observado, como si algo o alguien me mirara desde un rincón de la habitación oscura.
Después tuve la sensación de que podría ir estar dentro si no fuera de la habitación.
Esperando a que durmiera para abrir la puerta.
Volteo a ver a mi puerta y por abajo de ella se refleja un poco la luz del pasillo por la parte de abajo de la puerta.
Tengo el presentimiento de que en cualquier momento estará obstruida esa luz por alguien intentando abrir mi puerta.
Estaba asustado.
Pero tenía mucho sueño.
Termine durmiéndome y fallando en mi intento de permanecer despierto.
Empiezo a soñar.
Me encuentro en una carretera, voy en lugar de copiloto de el carro y atrás de mí no va nadie, no recuerdo quién era el conductor.
Vamos en un coche muy espacioso, por una carretera oscura, solo se veían 6 metros hacia adelante iluminó, gracias a las luces de el coche.
De pronto nos detenemos en un tope y un anciano con su bastón, sin camisa pero con pantalón pasa delante de nosotros caminando.
Esperamos a que terminara de cruzar la calle.
Cuando terminó, seguimos avanzando.
El paisaje oscuro empezó a volverse de un color rojo, todo se empezó a mover.
Desperté, de nuevo inmóvil.
Por mi mente pasaba; no de nuevo por favor.
Mis ojos abiertos mirando mi cuarto oscuro.
La silueta de un sujeto me observa desde el rincón.
Se acerca a mi, de nuevo el ruido y toda mi habitación moverse.
El se acerca cada vez más y yo despierto.
Llorando me pregunto.
¿Qué es lo que quieres de mí?
Los peores días de mi vida, sueño contigo, puedo sentir como me observas, sé que ya no estás vivo, ¿cuál es la razón de tus visitas?.
Era inútil tener preguntas.
Los días pasan y yo sueño con el.
Siento su presencia en todos los momentos.
Cuando estoy duchándome y cierro los ojos, siento como me observa.
Cuando voy camino a casa, siento que me vigila.
Por las largas noches en mi habitación oscura, te encuentras ahí, mirándome directamente.
No sé que es lo que quieres de mí, no entiendo mucho.
Pero eh aprendido a vivir siendo observado.
Incluso te puse nombre, te llamo señor frío.
Te apode así, porque siempre que apareces , la sangre se me hiela, tengo miedo y siento frío en mi pecho.
Le conté a algunos amigos sobre ti, me dicen que estoy perdiendo la cabeza, a mí no me parece así.
Con el tiempo me eh dando cuenta de que no eres tan malo.
Si quisieras matarme ya lo habías hecho.
Sé que jamás podrás oírme o contestar mis preguntas.
Tengo miedo de ti.

Los vecinos acababan de tener una bebe, ellos sonaban muy felices con la llegada de su nueva hija, desde mi ventana podía verlos y por las tardes la escuchaba llorar desde mi habitación.

Yo aún seguía teniendo pesadillas.
Hasta una noche, entendí que no solo se trataban de sueños.

...


Gracias por llegar hasta este punto del texto, sigue leyendo, no te decepcionará:)

Después de MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora