Relativamente feliz «Luke Hemmings»

Capítulo 2

Flashback

Llegué a casa después de un largo día de colegio. Ya estábamos en noviembre, faltaba solo un mes para terminar con las clases. Subí a mi habitación a dejar mi mochila, la tiré sobre mi cama y bajé nuevamente dirigiéndome a la cocina para saludar a mamá la cuál se encontraba de espaldas cortando verduras para el almuerzo.

-Hola mami- me acerqué a ella y la abracé por la espalda. Sí, era una tierna hija.
Madisson se sobresalta de sorpresa un poco y me mira sin quitar las manos de las verduras y el cuchillo. Me da un beso en la mejilla.

-Oh, hola hija- contesta y luego me sonríe forzadamente. Yo me separo del abrazo para mirarla.

-Ma, sucede alg...- me interrumpe antes de que termine la pregunta.

-Tu padre quiere hablar contigo- se da vuelta para mirarme fijamente a los ojos y noto su mirada triste.

-Era eso...- quedo algo sorprendida ¿Que había echo yo de malo? No lo sabía. -Y ahora que hice?- la miro nerviosa.

-No hiciste nada malo Alex, solo llama a tu padre que él tiene algo que decirte, tienen que hablar- posa sus manos en mis hombros y los acaricia lentamente regalandome una sonrisa poco creíble.

-Bien...lo voy a llamar entonces- camino hasta el sillón de la sala y dejo a mi madre en la cocina, me tiro en él y tomo mi celular entre mis manos. Marco el número de mi padre y presiono el botón verde de llamar. Al tercer tono mi padre atiende.

-Papá- suelto un suspiro solo audible para mi. -Mamá me dijo que tenías que hablar conmigo, pasó algo malo?- espero nerviosa la contestación.

-Alex, como estas? Como te ha ido hoy mi niña?.-

-Bien papá, pero no evadas mi pregunta- contesto firme. -Por que quieres hablar conmigo?-

-Em, hija...- pude notar su nerviosismo a través de la línea. -Paso por ti a las 5 pm, estate lista.-

-Okay, adiós papá.- tiro el celular en algún lugar del sillón y camino hasta la mesa del comedor para almorzar.

No comí casi nada por lo cuál mi madre me regañó. Me levanté de la mesa y me encamine a mi cuarto pensativa. No podía parar de pensar en que era lo que mi padre tenía que decirme. Era inevitable en estos momentos no pensar en la promesa, en nuestra promesa.

Conservaba una promesa de meses atras con mi padre. Era sin dudar la más importante en mi vida hasta ahora. Él me prometió que cuando 5SOS viniera a Argentina me llevaría a su concierto y incluido me regalaría el Meet & Great; así yo podría por fin conocerlos, abrazarlos, tomarme fotos con ellos que serían un recuerdo inolvidable, y poder abrazarlo a él, por primera y quizás única vez, abrazarlo y ver de cerca sus profundos y hermosos ojos azules, que se me asemejaban al color del mar.
Cada día me levantaba pensando en eso, de que eso pasaría y sería mi razón de sonríer siempre.