Esperando Por Ti...

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Desde aquella noche no logro sacar su hermoso cuerpo de mi mente, no lo pude recordar pero sí sentir y de allí eso tomo vida ante mi mente, además de ese aroma, tan dulce y seductor que traía no logro describirlo y he preguntado y olido cientos de perfumeros pero ninguno aciertan, además de su cabello rubio y ojos azules.

-Sasuke iremos al centro comercial- esa era mi fabulosa madre - tenemos que comprar ropa para tu próxima cita.

Mi madre siempre carismática, buena, bella y comprensible era mi pilar o mejor el pilar de la casa ella siempre era alegre y sus ojos brillaban nunca se detenía y siempre saca lo mejor de mi padre.

-Si madre vamos- nos fuimos al centro y empezamos a comprar todo lo que necesitaba, mi madre compró un hermoso baby-doll para mi padre color negro- madre infartaras a mi padre – le sonreía a l mujer avergonzada.

Siempre nos hemos contado todo, yo siempre le cuanto todo incluso sabe de aquel doncel o con el que estuve.

-Claro que no, además siempre tratamos de vernos más sexis y atractivas para nuestra pareja- dijo riendo con esa hermosa dentadura blanca - algún día entenderás.

-Eso espero madre, si no es mucho podemos irnos.

-Claro ya es hora tu padre y hermano vendrán esta noche.

-Entonces con más razón debemos irnos.

Sé que tendría citas pero aquella persona no salía de mi mente, siempre estaba allí y esa fragancia... Si ese olor de ahora mismo- Ehh- volteo y busco y busco pero solo hay personas que caminan y caminan y no puedo saber cuál es, observo y miro a un chico rubio pero me digo es imposible que sea él.

Mientras que en el mismo lugar con otras personas.

-chicos y que resultado tuvieron....Gaara no me asustes – le vio a los ojos, luego a Naruto, siendo el único hombre varón no sabía cómo reconfortar los.

-si amor, lo está. – su voz salió pesada.

Naruto se sentó a contemplar el vaso del cual bajaban gotas pequeñas por lo frio que se encontraba. El caso es que Naruto le pidió que guardaran el secreto, ellos solo respondieron.

-Hasta que no lo digas estamos callados- ese fue Sai creo que me estaba dando su apoyo - ahora ve a casa y trata de hablar con Iruka.

Así el chico ya estaba en su cama acostado casi entre dormido pero muy preocupado pues tenían una vida dentro de él que le ofrecería... Que cosa - Kami-sama ayúdame- dijo este.

Los mareos se fueron acercando y vómitos con ellos Iruka noto el cambio pero espero a que Naruto dijera que ocurría, sin alguna razón lloraba en las noches ocultado todo suspiro para que no escucharan, pero era imposible ya que también lloro varias veces en la cena Iruka ya estaba preocupado por tal suceso.

Así con todo ello Iruka solo espero y siguió esperando a que hablara, Naruto iba a las citas con Gaara y varias veces lo llevaba Sai el chico se volvió más amable y comprensivo sus peleas ya no estaban presentes pero si debatían rara vez por el rojizo.

-Gaara llego el momento, no lo puedo ocultar en uno o dos meses más- pues él ya estaba en su tercer mes.

-Tienes razón, quieres que te acompáñenos – se ofreció, mientras acariciaba el vientre con delicadeza.

-No, no ya hicieron mucho por mi ahora me toca a mí hacer el resto- Se sinceró pero sabía que tenía miedo.

-Suerte, si ocurre algo no dudes en llamar – lo abrazo con cuidado, un poco preocupado.