XII

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Me ha herido recatándose en las sombras, 

sellando con un beso su traición. 

Los brazos me echó al cuello y por la espalda 

partióme a sangre fría el corazón. 



Y ella prosigue alegre su camino, 

feliz, risueña, impávida. ¿Y por qué? 

Porque no brota sangre de la herida. 

Porque el muerto está en pie.






Rima XLVI

-Adolfo Bequer-

Relatos de una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora