Pensar diferente resulta perverso, peligroso e inútil. Vivimos en la edad de oro del pensamiento patrocinado. El dinero ya sólo compra fuerza para mantener el poder en los países pobres. En los países ricos patrocina ideas. Al parecer sólo existe una verdad respecto a cuánto ha sucedido durante estos últimos años de crisis y devastación: la verdad patrocinada. Todo lo demás es populismo o demagogia. Los relatos alternativos con ricos y pobres, ganadores y perdedores, o las opciones políticas que construyan sus programas sobre esos relatos son sistemáticamente presentados como perversos para la libertad individual, peligrosos para la democracia e inútiles para resolver los problemas económicos.
— Los ricos vamos ganando / Antón Losada