Una muerte sin vida

Capítulo 2

"High School Billans", bonito nombre para un instituto que solo van 3 pelagatos. La mayoría de personas deciden llevar a sus hijos a una escuela de pijos que hay a las afueras de Chicago, eso sí, los que pueden permitírselo, no todos son tan ricos en esta ciudad, la mayoría son hijos de empresarios criados entre algodones que no tiene iniciativa propia y lo único en lo que piensan es en evitar que no se le acabe la batería del móvil de última generación que tienen, gilipollas. En momentos como esos me gustaría llevarlos a la vida, pero luego pienso que no debo sentirme superior por ser la muerte y se me pasa por un momento, debo recalcar que no durante mucho, pero es mejor que nada, por lo menos para ellos. En ocasiones pienso que si soy el Señor de la Muerte y este es mi mundo debería intentar cambiarlo, poder hacer algo mejor por las personas que lo pasan mal, pero en el fondo ¿qué más da?, total, si mueren nacen, no debería preocuparse. En teoría cuando naces no estás con las mismas personas con las que te criaste en muerte, mundo distinto, vida distinta. Esas son las normas. Nadie debería culparme, yo no creé las normas, solo las sigo. La verdadera creadora de estas reglas es Luna, es la que mantiene el orden entre vivos y muertos, nunca he salido de este mundo y no se me permitía, Luna venía a verme, pero hace 500 años que no sé nada de ella, no sé si debería preocuparme, la verdad.

-Creo que esa chica viene a saludarte, otra vez -me dijo Dead-.

Me giré y él había desaparecido, pero la voz de Sena me despierta de este trance.

-Hola Kyron, ¿qué tal el día?

-El "día" acaba de comenzar.

-Es solo una forma de hablar -dijo mientras su pelo marrón claro revoloteaba debido al viento-.

-¿Qué nos tocaba a primera hora? Ya no me acuerdo del horario.

-¿Acaso tus padres no te enseñaron a ser organizado?

Algo que se me olvidó comentar, no tengo padres. Si ni si quiera me acuerdo de cómo llegué a Señor de la Muerte, ¿cómo me voy a acordar de quienes son mis padres? Pero se supone que soy un chico normal con una vida normal, así que lo que me queda decirle es:

-Siempre he sido independiente.

No parecía muy confiada, pero, por razones que desconozco, ella asintió.

-Latín.

Nada más acabó de decir eso sonó la campana que anunciaba el final de la puerta abierta para los estudiantes, si no entrabas era o que te la soplaban las clases o que eres sordo y no has oído la campanada, casi siempre era la primera opción, por no decir siempre. Entré y me movía por los pasillos para encontrar mi taquilla y coger el libro, mi amiga se había quedado charlando con unas personas de su mismo club en la entrada, unos ruidos ensordecedores de personas hablando entorpecen mi "fantástico" tiempo de recogida del libro mientras asumía que un nuevo día había empezado. En parte era un poco patético, tirando a bastante.

-¿Te crees importante?

A ver si adivinaba, era Jacob, el tipo grandote de último curso acosando a Gilbert. Cierro la taquilla y, como era obvio, adiviné. Pobre Gilbert, es el foco de todo insulto.

-Yo solo le dije al...

Jacob lo había cogido del cuello de la camisa y lo había empotrado contra las taquillas provocando un ruido bastante notable.

-Me da igual lo que le dijiste, no tenías derecho a eso.

Veía que poco a poco lo estaba ahogando, eso era bueno ¿no? Gilbert Rhis directo a la vida. La gente pasaba por los pasillos y nadie les hacía caso, giraban la cabeza para evitar el contacto directo con el panorama que se estaba produciendo en el pasillo. Y este es un gran motivo de porque los padres prefieren la escuela pija. ¿Pero acaso nadie va a hacer nada? Se estaba asfixiando y ninguna persona hacia nada por ayudarlo, supongo que si no soy yo nadie lo hará.