Everthing Change •Krattcest• [Editando]

-Intento-

Chris llegó a la Universidad, una gran escuela pintada de rojo, tenía dos dormitorios; uno de chicas y uno de chicos, tenía un pequeño campo y un salón de natación y también tenía un estacionamiento.

¿Qué más podía pedir?

Entró a el salón 1-C, cuándo entró vió a un grupo de estudiantes contestando rápidamente el exámen, el miro a quien se suponía que estaba a cargo, -Llega tarde joven Chris- dijo el profesor alzando un poco su voz - Lo se, es sólo que había mucho tráfico- se excusó Chris, el ni siquiera sabia que era el tráfico cuando Martín manejaba, -Sientate, rápido tienes 15 Minutos- “¿¡Solo 15?!” pensó Chris, se le hacia muy poco tiempo como para resolver un exámen de ¡50 preguntas!
-Bien, tenga- dijo el profesor mientras le entregaba el exámen, Chris empezó a resolverlo apenas se lo dio, a los 10 minutos ya lo había acabado, En verdad había estudiado más de la cuenta como se lo habia dicho Martín el dia anterior, justo antes de ayudarme, “¡Boowa!” pensó Chris, pues se le había hecho muy fácil, aunque, el presentimiento de haberlo hecho mal empezó a carmomer su cabeza, llevándolo de pensamientos como: “¿Lo eh hecho bien?” o “¿Era esa la respuesta a la ocho?” Cosas normales que cualquier persona se pregunta después de un exámen.

Al día siguiente Chris recibió una carta

Martín se dirigía a su trabajo cuando de repente vió algo bajo la puerta, ¡Una carta! Martín la cogió, no era la carta que el esperaba así que supuso que era para Chris. Martín reaccionó, ¡era la carta de aceptación de Chris! -¡Chris Chris!- Gritó emocionado mientras subia a la cama de Chris, aunque era un departamento algo pequeño Martín le dió el lujo de tener una litera a Chris, como cuando eran pequeños
-¡Me Aceptaron!- Gritó Chris sacando a Martín de sus pensamientos, A Chris le salieron lágrimas de los ojos y, casi como instinto; abrazo a Martín,
-¿Porqué lloras?, pensé que querías entrar-
-Lloro de felicidad imbécil- respondió Chris intentando secarse las lágrimas, no sabía cómo había llegado asta ahí, bueno, en el fondo le gustaba pensar que fue por sus excelentes calificaciones, pero sabía que sin Martín estaría trabajando posiblemente de barrendero o algo por el estilo. A Chris no le cabía la emoción y felicidad, ¡Sería un zoológo de verdad!, Simplemente no podía creerlo, hiba a conocer gente famosa y Martín ya no tendría que trabaja, y, de alguna manera aún estaría en deuda con él.

Sin duda alguna, Martín había cambiado desde que Mamá murio cuándo el tenía 17, empezó a trabajar, dejo sus estudios y se volvió algo rebelde; se pintó el cabello de su color favorito; el azul, y se tatuó, pero esto no impidió que siguiera siendo el mismo hermano cariñoso que alguna vez le prometió protegerle por siempre

o por lo menos por ahora.