Secreto De Hermanos (Lysandro×Sucrette)

3

Lysandro POV:

— ¿Ya? — Pregunté aún con Cristal en mis brazos. Ella respiraba con rapidez, como si se hubiera agitado.

— Ya.

— ¿Por qué no vas a terminar tu inscripción y te distraes un poco? — O tranquilizarte...

Rodó los ojos mostrando su obvio enfado y se retiró, pero no sin antes chocar a mi amigo.

— Tu novia tiene actitud. — Dijo una vez que Cristal ya no estaba cerca. Arquee la ceja.

— No es mi novia, es mi hermana.

— ¿Encerio? — Abrió los ojos como platos. Asenti y él sonrió. — ¿Eso quiere decir que está disponible?

— Castiel...

— Es broma — Rió. — Hablando en serio, si es tu hermana, ¿Cómo es que nunca la había visto?

— Pasa todo el día fuera de casa, y si está allí, esta encerrada en su cuarto tocando la guitarra o escuchando música.

— ¿Toca la guitarra?

— Y canta.

— Wow. — Abrió los ojos.

— Que ni se te ocurra. — Cambié mi tono de la nada.

— ¿Qué cosa?

— Sé en lo que estas pensando, y ni pienses en tirartela.

— Vale, mamá. — Alargó. — Nunca imaginé que fueras el tipo de hermano celoso y sobreprotector.

— Solo en el caso de Cristal, es peligrosa si está enojada, algo así como tú. — Ambos reímos. — Estoy casi seguro de que ustedes se llevarían bien si no la hubieras llamado... — Me interrumpió.

— ¿Tabla?

— Si, y ya no lo digas.

— No lo es, sólo lo digo para molestarla. Es más, cada curva está en su lugar. — Dijo haciendo formas con sus manos.

Suspire.

— Bueno, creo que debo ir a buscarla antes de que se meta en líos.

— Te acompaño, no tengo nada mejor que hacer.

Cristal POV:

  Estaba caminando mientras daba pisotones.
Estúpido pelirrojo, estúpido Lysandro, estúpido instituto, estúpida vida. No veo la hora de llegar a casa, odio este lugar...

Me detuve en seco. ¿A donde se supone que debía ir? ¡Ah, si! Sala de delegados.

Alguien me había chocado dejando caer al suelo todos los papeles que traía en manos.

— Ay no... — Dijo y me miró.

— L-Lo siento. — Me disculpe.

— Perdóname tu a mi, no veía por donde iba.

— No te preocupes — Se arrodilló en el suelo y comenzó a juntar sus cosas.

— Te ayudo. — Imite su movimiento formando una pila de papeles con cada hoja que juntaba. Al acabar él se paró y le di lo que yo había juntado.

— Gracias.

— No hay problema.

— Oye, ¿Tú eres Cristal? ¿Cristal Anisworth?

— Si, ¿Cómo lo sabes?

— Es mi trabajo como delegado.

— ¡Oh! ¿Eres delegado? — Asintió. — Genial, necesito acabar mi inscripción, ¿Podrías decirme como?

— Claro. Ven, sigueme.

Lo seguí hasta una puerta la cual se suponía que era de la sala de delegados.

— Pasa. — Dijo mientras abría.

— Oye, Nath... — Dijo una chica de cabello marrón y largo que se acercó a él. Paro en seco al verme. — ¿Interrumpo algo?

— No, pero ya que estas aquí, ¿Podrías traerme una de las planillas de inscripción?

— Claro. — Se fue y volvió con unos papeles en sus manos. — Veamos... Cristal Anisworth... — Susurró mientras pasaba su dedo por el listado de alumnos. — Okay, necesito tu firma, DNI...

(...)

— Tu inscripción está terminada. — Dijo el rubio y golpeó las hojas para acomodarlas.

— Muchas gracias, encerio. — Me sonrió y bajo la mirada.

Se levantó y me acompaño hasta la puerta diciendo: — Tienes que esperar 24 horas para que tengamos todos tus papeles listos y firmados, asi que vuelve a casa, comienzas mañana.

— Okay, gracias Nath — El timbre del descanso sonó y todos salieron de sus respectivas aulas.

Genial. Me siento una idiota entre tanta gente desconocida. Llegue al patio y estaba dispuesta a irme cuando choque con alguien.

— ¡Hey! — Dijo, parecía molesta.