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Dos meses después.

POV Cristal.

  Han pasado dos meses desde que Castiel y yo acabamos nuestra relación. Mi hermano... me da lástima que ellos no volvieron a dirigirse la palabra por mi culpa, realmente eran buenos amigos, ¿Qué digo? Los mejores, y lo eran desde primer año.
Pero bueno, lo hecho, hecho está y no puedo hacer nada.

Lo más molesto de todo esto es que todos los días de la semana deba ver a Castiel, y a la última hora, a Debrah diambulando con él. Ella no estudia aquí pero de todas formas la directora la deja pasearse, ¿Acaso es su momomento fue su favorita o algo por el estilo? No se ni quiero imaginarlo. De todas formas me he unido más a mi hermano en todo este tiempo. Haber acabado mi relación ya no me afectaba tanto como antes, pero de todas formas había algo que dolía... su traición... más que eso... Me duele por él...

Lys...

Realmente lo quiero demaciado...

Y-Yo.... lo quiero... Y mucho...

No se, quizá todo esto me esté afectando demaciado.

...

Otro día en el instituto. Camino tranquilamente rodeada por el brazo de mi hermano que está por sobre mis hombros. Caminando a nuestra contra se encuentran Debrah y Castiel, en la misma posición que nosotros. Al verme ella sonríe algo maliciosa mientras que el pelirrojo baja la mirada mientras ríe por algo que aparentemente la castaña le dijo. Nos vamos acercando cada vez más, ambos debíamos entrar. Siento como Lys me presiona un poco más hacia él, y los observa con furia. Si las miradas pudieran matar, ellos estarían muertos hace tiempo.
Entramos.

— Valla, no te basta con haber estado con mi novio, sino que ahora estás con tu hermano. — Oímos a Debrah a nuestras espaldas.

— Debrah... — Susurró Castiel pero casi ni se escuchó al ser tapado por mi voz.

— Oye, ¿Pero que te pasa? — Dije desafiandola con mi tono.

— Tranquila, gatita. Sólo estamos hablando como chicas maduras. — Dijo ella mientras cruzaba sus brazos y sonreia maliciosa.

— Oye no creo que... — Hablo el victoriano siendo interrumpido por el pelirrojo.

— Ya vale, no quiero oirlas pelear. — Se dio la vuelta y se fue con su novia que sostenía una sonrisa victoriosa.

Cruce mis brazos y baje la mirada triste, pues mi hermano era muy importante para mi.

— Oye... — Lys me tomo la barbilla y la levanto logrando que no mirara. — No le hagas caso, sólo es una... — Lo interrumpi.

— ¿Perra, zorra, puta, maldita hija de...? ¿Continuó?

— No. — Dijo soltando una pequeña risa. — Iba a decir "mala persona."

— Dios. — Exclame riendo. — Tú y tus cosas victorianas.

— ¿Victorianas? ¿Qué? Eso no es para nada victoriano. — Comencé a reír. Él me observaba sin entender. — No entiendo por que ríes cada vez que digo eso.

— Olvidalo, entremos.

Entramos a clases.

— Disculpe, señor Farrés, ¿Puedo ir al baño? — Pregunté cuando habían pasado alrededor de 40 minutos de clase.

— Que sea rápido. — Me respondió y continuo con su clase.

Salí del aula tranquilamente y me encamine a dicho lugar. A lo lejos veo a Debrah salir de la clase en el que ella estaba. Le reste importancia y seguí con lo mío. Al acabar volví a mi clase.

(...)

La campana suena indicando que ya podemos irnos. Tomo mis cosas y las guardo en mi casillero.

— ¡Hey! — Escucho la voz de Castiel a mis espaldas y me doy la vuelta. — ¿PERO QUE MIERDA TE PASA? — Me señale a mi misma sin entender. — SI, TÚ.

— ¿Por qué? ¿Qué hice ahora?

— Sabes muy bien lo que hiciste.

— No, si lo supiera lo te lo estaría preguntando.

— Vaciarle a mi novia un balde de pintura sobre la cabeza.

— ¿QUÉ?

— No te hagas la sorprendida, sé que fuiste tú.

— ¿Y que te hace creer que fui yo?

— Ella me lo dijo. — Empecé a reír.

— Y tú que le crees.

— Sé que fuiste tú, nadie está en su contra, salvo por tú y tu hermano pero Lysandro no caería tan bajo. A demas, él no hace ese tipo de cosas. — Me puse sería, no me gusta que se metan con él.

— ¿Por qué le crees? Ella engaña.

— No digas eso. — Subió el tono.

— Obligame.

— No golpeó a las chicas.

— Pues entonces no vengas a enfrentarme.

— Por una vez intentaba hablar, pero veo que contigo no funciona.

— ¿Conmigo? Mira quien habla.

— La directora te está llamando.

— Ni sueñes que voy.

— Porque sabes que lo hiciste y temes que te caiga una.

— No, porque no voy a aguantar los lloriqueos de la otra estúpida. — Me levantó y puso sobre sus hombros como un saco de papas.

— ¡BAJAME, IDIOTA! — Golpee su espalda.

— No me haces ni cosquillas, sabes que tengo más fuerza que tú.

— ¡SUELTAME TE DIJE! — Patalee.

— Y yo te dije que no lo haré.

Flashback.

— ¡Te dije que me sueltes, idiota! — Dije riendo.

— Y yo te dije que no lo haré. — Ambos reíamos.

Estábamos corriendo por todo el parque, bajo el sol que estaba por esconderse.

— ¡Hey! — Tocó mi culo.

— Lo siento. — Se rió. — Estas loca.

— ¡Bajame, cabeza de menstruación!

— Esa si no te la dejo pasar. — Me arrojó al suelo y me hizo cosquillas.

Fin del Flashback.

Cosquillas...

Lys... Yo...

Golpee a Castiel logrando que me soltara dejandome caer de pie.

— ¡¿Estás loca?!

— Si. — Di un par de pasos. — Y puedo caminar sola, imbécil.

Secreto De Hermanos (Lysandro×Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora