CAPITULO 1

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Todo comienza desde mi hogar, el infierno, soy prisionero por mi padre satán me tiene encadenado en una asquerosa y mal oliente celda si a eso le podría llamar así. Desde que nací fui una desgracia para mi padre, el me arrojo a mi suerte, mi madre era un ángel caído que fue asesina por el Ángel Gabriel por dar a luz a un bastardo como yo, el infierno no era tan mal, ver como hacían sufrir a esas almas pecadoras me daba algo de excitación el pensar cómo fue que se llegaron a ser esas decorosas almas sufribles, quería saber más de ellos, su cultura, su forma de ver las cosas, a pesar de ser prisionero tenia a mi cargo un ejército de demonios creados por mí, -hago una Sonrisa coqueta – que lo único que hacen es castigar a los lujuriosos y los que comenten traición, me encuentro ubicado en dos de los 9 círculos del infierno, en el Segundo circulo y en el noveno circulo, prácticamente lo dejo todo a cargo de ellos porque las almas humanas son tan frágiles que lo hago es perder el tiempo, me gustaría llegar a corromper por mi propia mano y habla algunos de ellos, para que cuando lleguen hasta aquí sea más divertida su tortura.

Así que comienzo a planear como irme de aquí, cualquier demonio puede vagar fácilmente de aquí a la superficie, ya que los que estamos atrapados aquí, por ser descendencia de mi Padre *Todo aquel que sea hijo del desterrado, no podrá salir Jamás*, bueno aunque siempre se puede romper las reglas, entonces mande a mis demonios a crear un abismo, para que una persona de valor puro me dejara salir de aquí con su sacrificio, como fue al azar eso se encuentra en Italia, la tierra se abrió en el centro del Foro formando un enorme abismo que nada ni nadie podía cubrir, ante esta situación el pueblo consultó a un oráculo, declarando que los ciudadanos debían arrojar lo que tuvieran de más valor, y el joven M. Curtius se lanzó por el bien común, todo ocurrió en el siglo Vl, llegue a la superficie, todo se veía muy interesante, el cuerpo que me fue otorgado por esa persona, Curtius, no era de mi agrado,*si llego a la superficie en mi cuerpo inmortal, la tierra se destrozaría* así que me vi optado por usar este cuerpo.

Las mujeres no eran interesantes, solo su sabor,- al momento de llegar mi modo de alimentarme era con sangre humana, para mantenerme en la superficie-, el sabor de la sangre era lo único que me interesaba de esas mujeres, caminando desnudo por aquel pueblo, me encuentro a una mujer tirada en medio de la carretera, me era familiar su aura, me acerque y no dude en recostármele al lado, me atrajo su cara quería besarla y eso hizo pero tenía algo que ya reconocía, ella no era como las otras mujeres, lo descubrí tarde, era una maldita bruja, la muy desgraciada buscaba alimentarse de hombres ingenuos y jóvenes para poder recuperar su juventud, la muy vieja se trasformó en una mujer esbelta y hermosa, aunque no del todo pudo ocultar su aura su poder, la muy desgraciada se levanta y cambia a su forma actual, una mujer vieja de unos 102 años arrugada, todo decaído solo con tres pelos en su cabeza y una verruga en la boca, y con esa voz chillona, pregunta:¿Tú no eres de este mundo verdad?, no le dije nada, quedo en casi en silencio total solo por las chicharas, la muy desgraciada vuelve a preguntar ¿Cómo te llamas querido?

Respondo: Satami Gerard Bethor l, y al momento de preguntarle lo mismo Desaparece diciendo: "nos volveremos a ver", asi fue mi primer dia en la superficie...

El Demonio Del Que Me EnamoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora