Capítulo 8 - Primer movimiento.

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El balón baja a toda velocidad y el corre de la misma forma para poder atraparla, estira ambos brazos con la intención de sujetarla cuando esté cerca, pero lo único que logra es que la pelota le de lleno en la parte frontal de su casco. Con la fuerza del golpe se cae al suelo suavemente, pero vuelve a levantarse, la pelota sigue en el suelo y hay muchos objetivos que quieren ir por ella. Comienza a correr nuevamente en dirección a la pelota ovalada, quedan un par de metros para poder conseguirla, pero cuando está a punto de tomarla algo lo choca fuertemente por su costado izquierdo, haciendo que pierda total equilibrio y caiga al suelo, golpeándolo de forma bruta.

Se siente el silbato del entrenador un largo rato, dando señal para detener la práctica que estaban teniendo, Stiles continua en el suelo, inmóvil, con sus manos cubriendo su torso, apretándolo con fuerza y dando algunos gritos agudos de dolor.


- ¡Nadie lo mueva! - Dice el entrenador corriendo rápidamente hacia donde se encuentra Stiles, viendo a los demás chicos que se encuentran alrededor de él, entre ellos Scott.

- ¡David! - Vuelve a decir el entrenador, pero esta vez gritando en busca del responsable.


No hay contestación alguna, el chico de cabello dorado tan solo había desaparecido del lugar, tan solo había debilitado un poco a su presa.

Los gritos de Stiles continúan agudizándose al igual que su dolor, los paramédicos del campus logran llegar a la escena y proceden a ponerlo en una camilla, para luego llevarlo de inmediato a la enfermería para ser atendido.

El castaño se encuentra en una gran cama especializada, de esas que contienen miles de botones y controles diferentes para quien sabe que, a través de una vía intravenosa le inyectan un calmante para que ya no tenga que soportar ese terrible dolor, los doctores aseguran que le han quebrado alguna costilla, pero deben hacerle placas para estar seguros.


- Buenos días, me llamo Denise y yo te haré las placas radiológicas para ver que tal estas. - Habla una chica vestida con una túnica blanca y con un aparato extraño en su poder, mientras cierra todas las cortinas que están alrededor de su cama, dejando a Lydia y a Scott del lado de afuera.


Stiles levanta un poco su mano para dar una señal de vida a su radióloga, la misma coloca una especie de tabla debajo de él, y un aparato que de forma paralela está sobre el. No hizo falta un par de disparos de luz y rayos X que determinaran que tan mala era su situación.

Dos de sus costillas estaban levemente quebradas, debía permanecer en quietud hasta que estas volvieran a soldarse entre sí, y para eso, necesitaba tan solo descansar. La doctora solo se limita a darle un inyectable para que pueda descansar, algún tipo de sedante de corto plazo, tan solo para poder conciliar el sueño un rato.


*Derek*

Solo tiene puestos unos pantalones deportivos color gris, el resto de su cuerpo se encuentra desnudo, con unas cuantas gotas de sudor jugando carreras sobre él, con el cuerpo completamente recto y con ambas manos puestas en el suelo, sube y baja con rapidez, manteniendo siempre la continuidad de sus ejercicios.

Se levanta rápidamente al escuchar a su celular sonar, se limpia levemente la cara con una toalla y contesta el teléfono.


- ¿Hola? - Habla Derek, aun con la toalla en una de sus manos, mientras la pasa por el resto de su cuerpo.

- Derek, debes venir, David atacó a Stiles, y ahora se encuentra en la enfermería del campus, está sedado y los médicos confirmaron que tiene dos costillas quebradas.


Derek había pasado la mayor parte del día leyendo sobre estas criaturas, los Minotauros, son criaturas sedientas de sangre, que cuando marcan a sus objetivos no hay vuelta atrás, y su primer movimiento es debilitar a su presa, pero lo que es aún más relevante, el hecho de debilitar a su presa significa debilitar a todo aquel que esté junto a él para brindarle ayuda.


- Está realizando su primer movimiento... Quédate ahí, voy en camino. - Habla Derek por única vez, para luego cortar el teléfono rápidamente, ir por ropa y salir de su habitación prácticamente corriendo, el edificio de las habitaciones para los profesores es al lado del edificio para los alumnos, solo que de un tamaño mucho más reducido.

Llega rápidamente a la enfermería, y encuentra a Scott y a Lydia al lado de la cama en donde se encuentra Stiles, dormido, tapado con una manta blanca, con esos tubos incrustados en sus brazos y con su cara angelical, libre de dolor y sufrimiento.


- Vayan a clases, me quedaré a cuidarlo hasta que despierte. - Suelta Derek con mucha seguridad y autoridad.

- Cualquier cosa que suceda avísanos...- Responde Lydia girando su cabeza para ver a Derek directo a los ojos, para seguidamente retomar el rumbo e irse a clases.

*Fin Derek*


Comienza a abrir sus ojos, y el dolor comienza a hacerse presente nuevamente, pero esta vez no tan agudo como al inicio, su visión es borrosa y su respiración está entrecortada. Gira su cabeza hacia la derecha y ahí está él, sentado en un sofá que está a un par de metros de su cama, recostado sobre él, con la cabeza colgando hacia abajo. Comienza a visualizar por completo a Derek, hasta que logra ver algo clavado en su brazo, es una jeringa incrustada, totalmente descargada.

Siente una leve respiración en su lado izquierdo, pero para cuando logra girar su cabeza hacia el otro lado, una cinta de color gris se encuentra en su boca de un segundo a otro, quitándole toda posibilidad de pedir ayuda, sus manos están atascadas a sus lados, debido a que David se encuentra sobre el, sentado, con sus manos sobre las suyas, apretándolas con fuerza, mientras lo observa detenidamente con sus ojos deslumbrantes, ladeando su cabeza hacia los lados.

Su pecho comienza a elevarse, de a poco el dolor desaparece, su respiración es cada vez más incontrolable, su cuerpo comienza a inquietarse y sus ojos comienzan a arderle de sobremanera, lo mira directo a los ojos, a esos ojos blancos sin fin, y algo dentro de él comienza a crecer, un sentimiento conocido pero inusual, pero hay algo que falta, hay algo nuevo, algo que se complementa con el odio que siente por dentro. Cierra sus ojos con una fuerza extrema, no logra soportar el ardor, comienza a reprimir todo lo que está sintiendo pero no le es suficiente, poco a poco comienza a llegar a su límite.

Con un movimiento repentino se sienta en la cama y abre completamente su boca, mostrando la mayoría de sus dientes y junto a esta, abre sus ojos, deslumbrando un color turquesa imponente, suelta un grito extremo, haciendo que la cinta en su boca se rompa y haciendo que el poco material de vidrio de su alrededor se despedace por completo, liberando toda su descarga emocional, sus ojos emiten un brillo tan intenso y directo que David tan solo cierra sus ojos tan fuerte como puede y se baja rápidamente de la cama a su vez que con sus manos se tapa sus oídos que por lo que logra ver están derramando un poco de sangre por el grito desgarrador que acaba de soltar.

Comienza a irse hacia atrás, su vista comienza a nublarse nuevamente y lo único que logra ver antes de caer por completo sobre la cama, es a Derek, corriendo hacia él, siente el brazo del moreno debajo de su cabeza cuando choca contra la suave cama, siente su otra mano tocando delicadamente su cara, y puede ver en el reflejo de los ojos del mayor como sus ojos desprenden cada vez menos esa luz turquesa, hasta apagarse por completo.  



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Sudden Change |Sterek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora