Capitulo #4

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________ retrocedió, salió de la sala y tuvo la precaución de cerrar la puerta, con manos temblorosas.

Lo primero que experimento fue verguenza por haberse sentido atraida por aquella sucia escena. No deberia haberse quedado mirando, deberia haber salido corriendo de inmediato. O, mejor aún, haberlos detenido. Su verguenza se tornó en furia. Estabam en una biblioteca. ¿Qué le pasaba a la gente?

Respiró hondo, fortalecida por la indignación. Una vez en la seguridad del pasillo, bajó rápidamente la escalera sur hasta la rotonda de fuera de la Sala del Catálogo. 

De nuevo a salvo en la zona más pública de la biblioteca, fue capaz de recuperar la compostura y regresar al mostrador de préstamos, donde Alex estaba repantigado en una silla, jugando al Temple Run con su iPhone.

-Hay muy poco movimiento hoy -comentó-. Ni siquiera los empollones quieren estar aqui dentro con veinticuatro grados de temperatura y sol en la calle. 

________ asintió y colocó la bolsa de papel marrón de la comida sobre la mesa. La parte de arriba estaba humedecida por el sudor de sus manos. Alex miro la bolsa extrañado.

-¿No habias ido a comer?

-No tengo hambre.

La miró con recelo 

-¿Que te pasa?

-Nada -respondio.

Se sentía tan sucia y avergonzada como si hubiera sido ella la mujer inclinada sobre el banco de mármo. Y sabía que se sentía así porque, por mucho que odiara admitirlo, a pesar del atroz sacrilegio, por un fugaz momento deseó haberlo sido. 

Pero ¿que le pasaba? Tenía que ser la influencia de Carly; todo aquel alocado trasiego nocturno en el apartamento la estaba afectando. Y también la falta de sueño. Vivia con alquien que no tenia ningun sentido del pudor. Su madre tenia razon: nada bueno podia salir de su traslado a NY.

-Si tú lo dices.... Pues yo me muero de hambre, así que iré a comprarme algo al puesto de fuera. ¿Queres que te traiga alguna cosa?

Se levantó de un salto y se sacó los auriculares del bolsillo de la chaqueta.

________ estaba lidiando aún con su perturbador descubrimiento  no queria que Alex se fuera. Ella se habia marchado de la sala, pero no podia olvidar lo que habia visto. Se pregunto si deberia informar a Sloan del incidente, pero sólo pensarlo hizo que le entraran náuseas.

-Espera, ¿puedo decirte una cosa? -pregunto.

-Claro -respondio Alex-. ¿Hamburguesa o perrito?

Su mente formó las palabras, pesu su boca nno fue capaz de articularlas.

-No me gusta la comida del puesto de la calle -dijo finalmente.

Alex meneó la cabeza.

-De acuerdo, Finch. Gracias por la información.

Desde el rellano del tercer piso pudo oír la música rap procedente de su apartamento. Soltó un suspiro y siguió subiendo. Cuando metió la llave en la puerta, supo que no podría escuchar ni sus propios pensamientos aunque se encerrara en su dormitorio.

-Eh, ¿que tal? -la saludó un chico sentado en el sofá y fumando una gran pipa.

-De vuelta a casa después dell trabajo -respondió ______.

Al menos conocía al chico, era uno de lo más regulares de Carly. En otras circunstancias, probablemente lo habría llamado su novio, pero considerando que el responsable de los golpes del cabezal a las dos de la mañana de la noche anterior habria sido otro, le parecio que <<novio>> no era el calificativo más apropiado.

-¿Te importa bajar la musica? -grito________.

-¿No te gusta J?

Ella tiene un cu*lo en el que perdería una tanga                                                                                             y arriba, ah, dos bultitos como dos picadas.

_______ entró en su habitación y cerró la puerta. Al parecer, iba a ser otra noche de exilio autoimpuesto hasta que Carly se marchara, si es que salia esa noche. Deseó poder hacer algunos amigos en la biblioteca para tener con quien salir de vez en cuando.

De repente, la música bajo como veinte decibelios. A continuación, oyo que llamaban a su puerta y, a regañadientes, la entreabrió.

-¿Mejor? -pregunto Derek.

-¡Qué? Ah, ¿la música? Sí, gracias.

-¿Por qué no sales nunca? -pregunto él.

-Perdona?

-Carly dice que no te ha visto salir nunca del apartamento por la noche.

________ sintió que se ponia colorada

-Diria que eso no es asunto vuestro.

-Tía, no te ofendas. Sólo digo que puedes salir con nosotros esta noche. Vamos a ver un espectáculo en Rivington. Te prometo que estaras en casa antes de que te conviertas n calabaza.

-No, gracias.

La Bibliotecaria (Niall Horan y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora