Cuándo me corto, no corto mi piel...
Sí no que cortó mi alma, tratando de dividir mis dolores e intentar desaparecer mis males.
Era como un pequeño demonio en el cuerpo de un ángel.
No eran amantes.
No eran novios.
Pero siempre fueron el uno para el otro.
Lloró hasta dormir, y hoy despertó con una sonrisa. Tratando de hacer creer a los demas que era fuerte. Porque lo es...
Los recuerdos son de agua, y aveces nos salen por los ojos.
Demasiado joven para morir, pero demasiado infeliz para vivir.
Ella sonríe, pero la felicidad no llega a sus ojos... Ya no tenía ese brillo que solía tener, cuando estaba sonriente.
Me enseñaron a pedir perdón, decir gracias, y no dañar a nadie. Me parecían actos simples, pero comprendí que son pequeños milagros.
La tristeza pide salir, y pues sale por los ojos ¿no?
-Anónimo.
Agradecimientos MF, gracias por la frase.
En mi cabeza yo me he matado mas de mil veces.
